No grave will hold me...

No grave will hold me...
Os estoy vigilando...

miércoles, 4 de junio de 2008

Oblivion

Una niña pequeña camina entre la multitud, en una concurrida calle grisácea de una ciudad sumida en la más tediosa de las rutinas. Apenas levanta un metro de altura, y lleva puesto un largo y mullido abrigo añil, que permite ver unas finas piernecitas cubiertas hasta la base de la rodilla por unas medias blancas, bajo unos zapatos negros. Una larga y gruesa bufanda de lana cubre su rostro bajo la nariz, dándole un par de vueltas al cuello y con los extremos colgando por su pecho y por su espalda, hasta casi tocar el suelo. Lleva un mullido gorro cubriendo una revoltosa y desordenada melena de cabellos castaños oscuros, que asoma bajo él. Sus enormes ojos negros miran curiosos a su alrededor, mientras camina atropelladamente entre la muchedumbre, arrastrando un muñeco de trapo asido por una mano. Porta una pequeña bolsa marrón colgada del cuello, a un costado, que se balancea mientras camina.

- Disculpe, señor – dice, con la voz difuminada por la bufanda, ante un hombre trajeado y de peinado impecable - ¿Quiere jugar conmigo? – muestra orgullosa su muñeco de trapo

El hombre la ignora.

La niña se queda unos instantes mirando cómo se aleja. Bajo la bufanda su labio inferior se tuerce en un puchero. Vuelve a sostener al muñeco a ras de suelo y, tras unos instantes, sigue caminando, chocándose a menudo con las indiferentes personas que seguían su camino.

Agobiada, la pequeña gira por un estrecho callejón oscuro para evitar a toda aquella gente. En él numerosos cubos de basura abollados rebosan de desperdicios y oxidadas y goteantes cañerías reptan por las paredes mientras una escalera de incendios lucha por no perder la estabilidad de su estructura. De entre el humo que emerge de una alcantarilla, la niña consigue ver un hombre, acuclillado en el suelo, abrazado a sí mismo, con su rostro entre sus brazos. Cuando la pequeña se acerca, se percata de que se trata de un mendigo de ajadas ropas. La chiquilla observa cómo dos lagrimas caen por su rostro ennegrecido por la mugre y el hollín, entonces mira su muñeco de trapo, observando que hay un cierto parecido entre aquel hombre y su juguete. Sonríe bajo su bufanda.


- ¡Señor!

El hombre alza la vista, revelando su rostro, húmedo y sucio por el llanto. Su labio tiembla mientras frota sus manos en sus hombros.

- ¿Tiene usted frío? – pregunta la pequeña.

El hombre asiente, escondiendo de nuevo el rostro entre sus brazos, avergonzado. La niña se desenrolla rápidamente la bufanda y se la ofrece, con una radiante sonrisa. Ésta es mucho más larga que ella y sus extremos rozan el húmedo suelo. El hombre alza los ojos y mira la prenda de la chiquilla. Sus ojos se empañan aun más al conmoverse por aquel gesto y por la herida de su orgullo al verse alargar el brazo para tomarla y ponérsela alrededor de su cuello. Su tacto es cálido y su textura suave, al igual que su dulce aroma. Extrañamente, se siente mucho más confortado, el frío que siente amaina. Sus ojos ya no derraman lágrimas.

- ¿Ve qué bien? – dice la pequeña; entonces, una vez más, alza su muñeco para mostrarlo - ¿Quiere jugar conmigo?

El hombre la mira, enternecido y se levanta, aunque permanece algo encorvado. Sonriendo, toma el muñeco.

- Claro que sí, cielo... – dice él; su voz es grave y cansada

En ese momento, la oscuridad del callejón, procedente de sus apartados rincones, repentinamente crece, hasta envolverles a ambos. Sin embargo, ninguno de los dos parece asustarse o inmutarse siquiera. Nada es visible salvo ellos dos. Salvo ellos dos, y una borrosa multitud de personas que se encontraban lejos de ellos. Desde aquella distancia se puede intuir que todos ellos parecen sostener algo en sus manos. El hombre en seguida asumió que se trataba de más gente como él, invitada a jugar con los muñecos de la pequeña.


- He venido a por usted. – dice ella, sin dejar de sonreír. Su sonrisa era tan cándida como su voz y, a pesar de su mensaje, no inspiraba más que alivio.

- Lo sé, cielo, lo sé… - el hombre sonaba resignado, pero parecía sentirse mejor. Comenzó lentamente a caminar hacia la multitud.- ¡Todo irá bien, se lo prometo! – dijo la niña mientras veía cómo se alejaba – Ya todo irá bien…

La oscuridad se desvanece, y el callejón vuelve a aparecer. La niña suspira y rebusca en su bolsa, hasta sacar otra bufanda, similar a la anterior. Mete una vez más la mano en su bolsa y, esta vez, extrae otro muñeco de trapo. Se gira y observa, desde el callejón, a la gente pasar. Se envuelve el cuello y la boca con la bufanda una vez más y se adentra en la muchedumbre, atropelladamente.

Busca a más gente que sienta ese frío. Ese frío que sólo el abrigo de su bufanda puede sanar.

Busca a más gente que acepte ir con ella para jugar.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

no entiendo, la niña es una estufa parapobres?
los mata?
los hace sufrir?
van a ver a caronte?
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soy primer?

gothic love dijo...

que historia mas profunda...me gusta mucho como escribes y,sobretodo,como describes,eres capaz de que alguien leyendo un relato tuyo sea capaz de sentir lo que sienten tus personajes,enhorabuena,no hay demasiada gente que lo consiga...

Nixarim dijo...

yum, mola ^^ he visualizado perfectamente a la niña, y es... terriblemente mona :__3

solo una cosa:


El hombre alza la vista, revelando un par de lágrimas que se deslizan por su rostro, ennegrecido por la mugre y el hollín



La chiquilla observa cómo dos lagrimas caen por su rostro ennegrecido por la mugre y el hollín

repites exactamente la misma frase dos veces de forma muy seguida, no es que esté mal, pero yo modificaría con sinónimos o palabras equivalentes la segunda ;)

besitooos!

Siltha dijo...

Uó, molan tus relatos cortos. Y coincido con Miri en lo de la frase repetida.

Anónimo dijo...

Mola mucho n_n Me encanta lo de la bufanda y el muñeco, y la imagen de la cria es genial.

[Por cierto, es la primera vez que posteo, deberias sentirte halagado ;-p]

Daialian dijo...

No voy a decirte otra vez lo de la repeticón de la frase.. porque estaras hasta los cojones xDDD y podría comentar algunas cosas más pero luego me llamarias friki del lenguaje, y eso es lo ultimo que quiere un periodista.. asi que:

La historia en si mola muchisimo, por lo menos has conseguido que me la lea entera.. que yo soy de las que suelo desistir, peor esta me ha gustado ;)

Ala escribe más, que es bueno, relaja, y en ocasiones ( en la mia) da dinero xDDDDDD chaoooo

Tréveron dijo...

A ver, vayamos por partes:

Secun, por el amor de Diox, alguna vez me comentarás en serio...? :_)

Gothic Love, Jardius, es la primera vez que os veo por aqui. Todo un privilegio recibir vuestros halagos :)

Deed, ya he cambiado la frase, había sido un despiste, pensaba que no la había usado y la repeti '^^ Gracias por avisar xP

Daialan, ¡¡CRITICAME!! Que no seré periodista (o intento de >:3) pero me enorgullezco de saber escribir bien y, por ello, me gusta ver mis fallos para intentar mejorarlos. Así que habla, maldita!! xD

Sinkim dijo...

Una historia preciosa, y muy bien narrada, felicidades.

La ambientación que das a tus historias está muy conseguida.

Delerium dijo...

...
pues la niña no ha venido a por mi
¬¬