No grave will hold me...

No grave will hold me...
Os estoy vigilando...

miércoles, 29 de octubre de 2008

Surprise [EDIT]

Las fanfarrias de la feria llenan el aire de la noche con sus alegres ritmos y peculiares notas musicales, invitando a niños y mayores a adentrarse en un mundo de color e ilusiones.

Un hombre joven camina distraído observando las atracciones mientras degusta, pedazo a pedazo, un colorido y dulce algodón de azúcar. Pasea su vista desde la gigantesca y lenta noria, la cual eleva a sus pasajeros hasta alturas vertiginosas, a los traviesos coches de choque, que atraen a los más aguerridos y pícaros jovenzuelos.

La feria se yergue sobre un antaño desocupado descampado, por lo que los pasos del hombre levantan pequeñas volutas de polvo a medida que camina. Las luces y sombras que generan los cientos de multicolores bombillas que brillan por doquier envuelven al hombre en una sensación de nostalgia por la infancia perdida que, a pesar de no haberla abandonado hace demasiado tiempo, parece ya muy lejana.

Una lástima que su hermano, en cama al presentar algo de fiebre leve, no hubiera podido compartir con él aquel pedazo de su niñez.

La gente va y viene entre risas y afables conversaciones mientras el joven camina indiferente y abstraído, sumergido en la bruma de sus recuerdos, hasta que una carcajada especialmente estridente le saca de su ensimismamiento. Rápidamente se voltea esperando ver a algún tipo de payaso llevando a cabo una función.

Sin embargo, no ve nada.

Pero su decepción no tarda en desvanecerse, pues en el momento en el que se da la vuelta de nuevo, a escasos centímetros de su rostro, un bufón le mira con una amplia sonrisa.

El pintoresco personaje viste el típico traje de los cómicos reales del medioevo: rombos de llamativos colores rojo y verde, zapatos con el extremo alargado y levantado, guantes blancos en las manos y un gorro inclinado hacia atrás del que cuelgan dos borlas con sendos cascabeles. En su mano derecha sujeta un corto cetro dorado, cuyos extremos presentan esferas. Con el rostro enteramente maquillado de un color blanco perla salvo a la altura de los pómulos, que presentan un tono rosa pálido, observa divertido al hombre con unos ojos castaños y pequeños, sobre una nariz larga y ganchuda.


- ¡SOSPRESA! – chilla.

El hombre da un paso atrás sobresaltado, mientras el bufón ríe a carcajadas por su reacción haciendo girar su cetro con gran habilidad. Una vez lo deja quieto y vuelve a observarle sonriente puede verse que en una de las esferas del pequeño cilindro metálico hay tallados un par de ojos simples y una amplia sonrisa. Con sus movimientos deja al descubierto que la parte trasera de su colorido traje está pintada de colores distintos: rombos de colores blanco y negro simplemente.
-

- ¿No adoras las sorpresas? – comienza entonces a decir, gesticulando exageradamente – ¡Me encanta lo inesperado!

El joven no puede evitar sonreír ante el chiflado personaje que tiene ante sí. Confundiéndole con un artista ambulante, busca una moneda en el bolsillo de su pantalón y se la lanza guiñándole un ojo.

- ¡Ajá! – dice el bufón atrapando la moneda.

Con la misma habilidad que demuestra con el cetro hace girar la moneda entre sus dedos para acabar cerrándola en su puño enguantado. Cuando lo vuelve a abrir, la moneda parece haberse transformado en un orondo y brillaste escarabajo de brillos metálicos, que repta hasta el antebrazo del bufón para abrir sus alas membranosas y echar a volar.

El hombre comienza a aplaudir, completamente anonadado y maravillado, a lo que el bufón responde con una exagerada reverencia.


- ¡Gracias, gracias, amigo de lo inesperado! Pero ¿por qué deberíamos detenernos en este punto? Ruego querido espectador – dice mientras hace girar su cetro de nuevo – dirija su mirada a... ¡ese punto!

Señala hacia el techo de una de las carpas de la feria, coronada con un mástil bajo. La Luna recorta la silueta, en equilibrio sobre el mástil, de una figura humana que gesticula de una manera familiar. El hombre, incrédulo, mira al lugar donde antes estaba el bufón, y descubre que en su lugar una pequeña nube de polvo asciende arremolinándose desde el suelo hacia la noche.

Cuando el joven se gira de nuevo para ver la silueta sobre la carpa, ésta ya no está, y así el bufón vuelve a aparecer frente a él.


- ¡Eso ha sido increíble! – el hombre aplaude con fervor mientras quien le entretiene hace exageradas reverencias y sonríe satisfecho.

- ¡Y sin embargo tan solo pienso en ir más allá, amigo de las sorpresas!

Con una peculiar floritura se lleva una mano a uno de sus oídos, ocultos bajo el pintoresco gorro. En ese mismo instante el teléfono móvil del hombre suena. Preguntándose si es alguno de los trucos del bufón o una simple coincidencia coge el teléfono y responde. Se trata de una llamada de su madre.

Su hermano ha muerto.

Entre la voz ahogada por los sollozos de su madre y que su mente repentinamente ha comenzado a nublarse bajo el espeso manto de la impuesta incredulidad, el hombre solo escucha las palabras “empeoramiento súbito” e “inesperado” desde el otro lado del teléfono. Todo le da vueltas. Las luces y los sonidos de la feria obcecan su cerebro y parecen envolverle en un manto que no es lo suficientemente sólido como para sostener sus repentinamente endebles piernas. Cae de rodillas mientras sus ojos comienzan a empañarse, pero ello no le impide soslayar al bufón que, de espaldas, seguía de pie delante de él.

Efectivamente, su traje presenta un monocromático color blanco y negro repartido en rombos alternos en la mitad trasera de su disfraz. Entonces, de nuevo, parece suceder algo que escapa a la comprensión.

El bufón estira sus articulaciones, produciendo el crujiente sonido del choque de huesos y tendones. Entonces se doblan. Pero no hacia delante. Como si su cuerpo hubiera cambiado de sentido sus codos se doblan hacia atrás, aunque parece que sus brazos se extienden hacia el hombre. Los hombros del bufón se torcieron hacia atrás también, así como los dedos de sus manos, que con múltiples crujidos se cerraron sobre el dorso como si se tratase de un puño enguantado normal aunque invertido. Sus rodillas también se torcieron en un ángulo imposible, para poder acuclillarse cerca del hombre. Finalmente, moviendo sus brazos de manera normal salvo por el hecho de que sigue de espaldas, toma su cetro y lo hace girar de nuevo. Esta vez lo detiene en el extremo contrario, en el que aparece una esfera con un rostro triste y una lágrima tallada. Se lleva otra mano a su gorro, que cubre su nuca, y se lo echa hacia atrás.

Pero no es la nuca lo que cubre el gorro, sino otro rostro.

Igualmente maquillado de fondo blanco, pero con dos rombos negros pintados sobre los ojos. Sus labios están pintados en una macabra y amplia sonrisa cuajada de dientes blancos como perlas y afilados como cuchillas. Observa, divertido como siempre, al hombre, y con el cetro le levanta el mentón ligeramente obligándole a mirarle a los ojos.


- ¿No adoras las sorpresas?





[Gracias a Delerium por el fanart]

lunes, 27 de octubre de 2008

Breaking fast



Humor matemático. Nunca pasará de moda.

sábado, 25 de octubre de 2008

Stalion



¿Qué?

¿¡Acaso creíais por un mínimo instante que se habían acabado los chistes de semen!?

¡Jamás!

(¡Trevvie os enseña!)

jueves, 23 de octubre de 2008

Goin' Home



Sí, es una de esas toras basadas en hechos reales (culpa de Rubén).

Bueno, lo del hacha no, Deed usó un AK-47.

Por cierto, ya tengo los primeros dibujos del SERVICIO DE FANARTOS INVERTIDOS. Recordad que el plazo es eterno y que podéis enviarme vuestros mejores (o peores, me da igual xD) dibujos para que servidor haga un relato acorde con él.

Ea, lo dicho. ¡Gudbai!

martes, 21 de octubre de 2008

Line up!



Ay, GaaraJavi...

Sus escasos conocimientos sobre la Biología nos han entretenido a todos...

Pero no nos alejemos del obvio hecho que ha tenido lugar, y que se ha representado en la tira anterior:

Mi semen ha sido analizado, verídicamente.

En la asignatura "Biología de la reproducción humana", de cuarto curso y que cursa (valga la redundancia) Deed, hay una práctica dedicada a la seminología. Imaginad mi cara cuando vino a mí con la sencilla frase de "Trev, necesito tu semen".

Pero le informaron de algo horrible. Para un buen y preciso análisis, mi actividad inferior debería ser nula durante, mínimo, tres días. Eso, evidentemente, altera a cualquiera.




Los largos (larguísimos) días pasaron por fin. Y yo y un muy oportuno y estéril (qué paradójico) botecito, que Deed en su momento me dio, nos fuimos a uno de los aseos más poco concurridos de mi facultad.

Una vez hube hecho lo propio y opinando que el mundo volvía a ser un lugar feliz, mi espera [es duro, pero es así (el hecho, no el esperma)] fue analizado.

Para empezar, lo más obvio. Todos vosotros probablemente ya sabéis cual es la forma más posible que presentan cada uno de mis espermatozoides:




Tan jodidamente atractivos como yo.

Del análisis microscópico per se, se sacaron las siguientes conclusiones:

- Mis espermatozoides son BONITOS (palabras textuales de la profesora, según Deed

- Mis espermatozoides son INTELIGENTES: a pesar de estar vivos, a algunos no les daba la gana de moverse. Un avanzado análisis telepático descubrió que éstos especímenes pensaban "Si tanto quiere ser fecundado, que el óvulo venga solito"

- Mis espermatozoides son TENACES: uno de ellos fue visto intentando con fervor fecundar a una gota de agua. El análisis telepático dio el siguiente resultado: "Es grande, es redondo... ¡BINGO!"

- Mis espermatozoides son INAGOTABLES: Muchos de ellos se limitaban a dar vueltas sobre sí mismos. "Si el jefe nos ve, que nos vea haciendo algo"

En conclusión, soy, aparentemente, una persona muy fértil con unos soldaditos de calidad. Espero que este análisis siga haciendoos una idea cada vez más clara (de nuevo una paradoja, no sé si lo cegéis) sobre mi personalidad.

Y no sé si os habréis percatado que considero el pudor y la vergüenza como algo harto innecesario y a lo que no le veo ninguna utilidad aparente (ya me conocéis mejor, ¿veis?)

¡Cuídenseme!

domingo, 19 de octubre de 2008

'bout bein' a freekin' Crab

Como a todo hijo de vecina con una conexión a internet de velocidad minimamente despreciable, a un servidor de ustedes le llegan cadenas de mails varias. Rara vez me molesto en leerlas, pero Deed me instó a leer una de ellas porque dice que "me clavan". Iba sobre horóscopos.

Yo soy Cáncer, ahí va mi personalidad según el intenné. Luego haremos un análisis concienzudo:


EL MAS SORPRENDERTE DE LOS BESADORES. Gran atractivo en su personalidad. Su amor es único. Muy romántico. La persona más cariñosa que conocerás!
Totalmente creativo, imaginativo y soñador. Meditabundo. Con la mente siempre en el aire y un paso más allá. Extremadamente aleatorio y cambiante (y orgulloso de ser así). Freak. Espontáneo. Contador de grandes historias. Extremadamente tímido y cerrado. No es un para nada un luchador, pero de seguro te dejará inconsciente si tiene que hacerlo. Alguien de quien te aferrarías.

El carácter de un cáncer es el menos claro de todos los signos del zodiaco. Un cáncer puede ser desde tímido y aburrido hasta brillante y famoso. La casa de un Cáncer tiende a ser su refugio personal más que un escaparate para deslumbrar a los demás. Un cáncer entiende que hay momentos para ser sociable y otros momentos para ser solitario. Esto es una de las contradicciones en su carácter. Desde fuera parecen decididos, resistentes, tercos, tenaces, energéticos, sabios y intuitivos. No obstante los que les conocen desde la intimidad pueden ver un tipo de persona totalmente distinto - alguien sensible sobre todo hacia las personas a las que quiere. Los cáncer saben identificarse con la situación de los demás por su gran capacidad imaginativa. A veces son demasiados fantasiosos y pretenden construir su vida según un ideal romántico. Les gusta el arte, la música y la literatura y, sobre todo, los artes dramáticos y la acción. Un cáncer tiene una memoria excelente, sobre todo por acontecimientos personales y recuerdos de su infancia que son capaces de recordar al máximo detalle. Los cáncer viven condicionados por sus recuerdos del pasado y por su imaginación del futuro.

El signo cáncer tiene muchos defectos potenciales. Pueden tener tendencia hacia un desorden, un complejo de inferioridad. Se sienten aludidos con frecuencia, y muchas veces por causas imaginadas sin fundamento real, y les gustan demasiado los halagos de los demás. Son ambiciosos. Pueden cambiar sin dificultad profesión, lealtades e incluso su opinión sobre las personas.
En sus relaciones personales los cáncer son una mezcla de duro y blando. En la vida real y en su matrimonio su amor es intensamente leal. Aunque tengan relaciones fuera de su pareja (lo que es muy posible porque los cáncer están abiertos a la excitación sensual)12, su primera lealtad está con su familia porque se consideran su protector. De todas maneras, los cáncer quieren sin reservas y no dudan en dejar todo por amor. También son amigos leales de sus amigos.


Sinceramente, he de decir que la descripción es bastante precisa. Sin embargo, me gustaría concretar algunos puntos:


EL MAS SORPRENDERTE DE LOS BESADORES


Su amor es único


Meditabundo


Extremadamente aleatorio y cambiante



Freak


Contador de grandes historias

Tímido y cerrado



No es para nada un luchador

Tiene una memoria excelente

También son leales de sus amigos

Pueden tener tendencia a un complejo de inferioridad
A veces son demasiados fantasiosos y pretenden construir su vida según un ideal romántico

Se sienten muy aludidos con frecuencia

Aunque tengan relaciones fuera de su pareja (lo que es muy posible porque los cáncer están abiertos a la excitación sensual)


Bueno... espero que haya quedado algo más claro cómo es esta humilde persona...

jueves, 16 de octubre de 2008

Incredible Crisis



¡Tréveron te da consejos!

martes, 14 de octubre de 2008

Battling



Podría pedir perdón por la inmunda calidad del contraste de la tira (así como del chiste itself), pero prefiero informaros de que pronto, coproducidas por Secun y publicadas próximamente en el blog de éste:
Lo que J.K. Rowling nunca quiso contar y Hogwarts jamás dejó entrever
una serie de tres tiras que cuenta la vida secreta de Harry Potter.

En este blog también se fomenta la destrucción de clásicos de una generación, claro que sí.

domingo, 12 de octubre de 2008

Awfully



El caso es que el jodío medicamento sentaba bien...

viernes, 10 de octubre de 2008

Misundestood



(Also starring: Secun & Gaarajavi)

Perdón por mi ausencia estos últimos días... Ha sido un puente muy entretenido de esos de tres días de 39 de fiebre... xP

Pero volvamos a la tira. El sexo, un tema muy recurrente en mi universidad.

Demasiado recurrente.

De hecho, si no fueramos frikis, sería el único tema del que hablaríamos.

Es más, siendo frikis, lo es.

lunes, 6 de octubre de 2008

Inverted Fanarts Service

He tenido un sueño...

Y esta vez (sólo esta vez) no ha sido erótico...

Las leyes del universo estipulan el orden lógico de las cosas, por norma general. Un guepardo mata a un antílope, luego se lo come. Un óvulo acepta a un espermatozoide descarriado, luego un bebé nace. Un autor escribe un relato, luego alguien hace un fanart.

Pero esto último se acabó.

Efectivamente, he tenido la genial idea de crear el único, genuíno y patentadísimo SERVICIO DE FANARTS INVERTIDOS

La cosa funciona así: normalmente cada vez que escrito un relato decentillo suplico a mis escasos lectores con capacidades artísticas (y a secun, a secun también) que plasmen lo que mi historia les haya inspirado en un dibujo, también conocido como "Fanart" (para los profanos). Pues bien, dado que el sentimiento de impotencia (lo siento, Miri) que sufro al no poder recompensar a esos artistas ha alcanzado el cénit, he pensado que las tornas cambien.

Vosotr@s me mandáis un dibujo, yo hago un relato.

¡Tan simple como eso, damas y caballeros!

Para una mayor comodidad del servicio, hay unas normas:

- El dibujo a enviar puede tratar de cualquier cosa, ya sea fantasioso, terrorífico, cómico o incluso erótico.

- El relato que se hará, a menos que se especifique algún detalle sobre el dibujo (nombres de personajes o lugares, contexto...), será a libre albedrío mío.

- Si se envía más de un dibujo, ambos serán para un mismo relato. No se ha de enviar otro dibujo para otra historia hasta que el primero haya sido acabado

- Se deberá acreditar a ambas partes (dibujante y escritor) y el dibujo y el relato se usan juntos en cualquier tipo de publicación (incluído este blog)

Bueno compañeros, a no ser que se me haya olvidado algo, esto es todo. Tenéis mi mail en el sidebar, y a partir de este momento, en dicho sidebar, colocaré el siguiente banner por si alguien quiere repasar las normas o alguien (obviamente alguien que no esté en la onda) no se ha enterado:



He de decir que ya tengo algún que otro encargo, así que si queréis ir a la moda, tomad parte de mi inimitable, original y, repito, patentado... ¡SERVICIO DE FANARTS INVERTIDOS!

Un saludo, pequeñones míos.

viernes, 3 de octubre de 2008

Improving



¡Tiembla Hugh Hefner!

miércoles, 1 de octubre de 2008

Pain

El corredor de la muerte, donde la esperanza pasa de largo y los que moran en él respiran como si se tratase de una cuenta atrás.

Uno de los condenados por asesinato múltiple, ataviado con el mono naranja típico de los de su clase, camina pesadamente con grilletes en las manos y en los pies, flanqueado por dos agentes de policía. El eco del repiqueteo de las cadenas resuena a lo largo de un gris y estéril pasillo apenas iluminado por un puñado de bombillas, algunas de las cuales amenaza con fundirse. Los tres hombres caminan lentamente durante unos minutos, hasta que finalmente se detienen frente a una puerta sencilla, con una pequeña ventana y sin letrero alguno.

El umbral se abre ante la comitiva sin emitir quejido alguno, y se ven ante una pequeña y sombría sala. Al igual que el pasillo, las paredes son de un sobrio y triste tono gris y la única fuente de luz proviene de una lámpara que se halla sobre una mesa metálica, situada en uno de los rincones del cuarto, dejando el resto en la penumbra.

El alcaide de la prisión se halla junto a la mesa, con el gesto apesadumbrado. Se dirige a los agentes.


- ¿El reo ha degustado ya su última cena?

- Así es – responde uno de los agentes.

- ¿Y ha recibido ya apoyo espiritual?

- Lo ha rechazado.

- Bien. Bien...

El alcaide se masajea la nuca, sintiendo la punzada de la culpabilidad, y lanza sendas miradas de soslayo a los alguaciles. Asiente.

- Liberen al reo de sus grilletes. Bien. Ahora siéntenlo en la silla.

El condenado atiende a todo el proceso con sumisión, contrariado, mas con la resignación de quien sabe que va a morir. Creyendo que su ejecución era inminente, observa cómo los agentes y el alcaide abandonan el pequeño cuarto y le dejan a solas.

Los segundos transcurren plúmbeos en el silencio de esa sala mientras el reo mira al vacío con una creciente incertidumbre.

Hasta que escucha unos pasos apenas a unos metros tras él.

Una figura emerge de uno de los oscuros rincones. Es un hombre joven, alto, y delgado. Su tez morena contrasta con una corta melena de un color plateado y brillante. Viste pantalones de cuero negro y un ceñido chaleco de vinilo del mismo color, cuya ausencia de mangas deja ver unos brazos fibrosos y fuertes.

Observa al reo con unos inquietantes ojos inyectados en sangre.


- Acabemos con esto de una vez. – dijo.

El condenado se da la vuelta sobresaltado. La pregunta de de dónde demonios ha salido ese tipo pronto deja paso a una risotada.


- ¿Ese es el uniforme que lleváis hoy en día los verdugos?

- Sí, sí, vale... – toma la lámpara en su mano y, con un violento movimiento de la pierna, arrastra la mesa hacia el otro lado de la sala, para el asombro del reo – pero acabemos con esto de una vez.

De nuevo otro violento y veloz movimiento, esta vez de la mano. Con el rostro contraído por el esfuerzo y la rabia, el hombre hace el ademán de tomar el aire, moverlo contra la pared y alzarlo, apretando con fuerza. Aunque en ningún momento toca al condenado, para el asombro de este, su cuerpo se mueve como un muñeco de trapo, estampándose contra la pared. Su cuello se contrae, como agarrado por una fuerza invisible. El reo patalea en la pared, intentando asir aquello que lo tiene sujeto.

“¿Pero qué...?” intenta decir. La voz no le sale.

- Empecemos por algo sencillo – dice el hombre, y cierra su mano aun más, provocando que la fuerza que se cierne sobre el cuello del condenado aumente.

Comienza a faltarle el aire. Su vista se le nubla pero comienza a sentirse como si sus pulmones ardieran. Cuando su mente está a punto de darse por vencida y desmayarse, la presión sobre su cuello cesa. El reo abre los ojos y observa a quien tiene delante. Sus ojos, cuyos diminutos vasos sanguíneos palpitaban henchidos de sangre, se clavan en él.

A pesar de que nada le sujeta el cuello, el condenado sigue en el aire, pegado a la pared.


- Ah, y no te equivoques… – dice el hombre; su voz denota un sentido del deber empañado por la ausencia ganas de cumplirlo – Yo no soy el verdugo.

“¿Y quién demonios eres?”, le hubiera gustado preguntar al prisionero. Pero su voz se ahoga por el dolor que comienza a sentir por la superficie de su piel.

El hombre que se mantiene de pie delante de él comienza a mover el dedo índice, de la mano que no esta sujetando la lámpara, a apenas un metro del cuerpo del condenado. De nuevo, a pesar de que no le toca en absoluto, éste siente como si la trayectoria de ese dedo fuera la de un fino bisturí que se pasea por su tronco y extremidades. Pronto siente la tibia temperatura de la sangre brotando de las heridas. Sin embargo, a pesar de lo irracional de la escena, siente que algo más se aleja de lo normal.

Su sangre no empapa el mono naranja ni cae. Asciende.

Finos hilos del líquido carmesí comienzan a brotar desde el interior el cuello del mono del reo, obedeciendo el gesto de aquel hombre, como si fluyeran a través de tubos inexistentes. Los diminutos riachuelos de sangre flotan frente a su cuerpo dibujando caprichosas y sinuosas curvas.
- Me han enviado aquí sólo para enseñarte una lección. – dice el hombre – La última lección.

Las hebras de sangre comienzan a arremolinarse y confluir a la altura del rostro del condenado. Horrorizado, incapaz de apartar la mirada, observa cómo se agudizan los extremos de los hilos. Se dirigen a sus ojos.

- Y no quiero – continua diciendo con un tono que denota impaciencia y un deje de rencor – que me vengas con esas estupideces sensibleras de – agudiza la voz – “¡Oh, no! ¡Me está devolviendo el dolor que sintieron mis víctimas¡”

Y mientras las flexibles agujas de sangre se introducen de nuevo en el torrente sanguíneo del prisionero tras perforar sus glándulas lacrimales y éste profiere un chillido histérico, el hombre dice:

- …porque no es así

Su mano gesticula de nuevo, mientras un par de lágrimas sanguinolentas se derraman por el rostro del reo aun sujeto a la pared por una fuerza indefinible. Esta vez la mano del hombre se abre, apuntándole a él. Entonces, muy lentamente, comienza a cerrarla.

Horrorizado, el condenado siente como sus huesos comienzan a crujir.


- Esto es más simple – dice el hombre, ladeando la cabeza con un gesto informal – Quiero que sientas dolor.

No le rompe los huesos. No se limita a ello.

Los astilla.

Miles de pequeñas esquirlas óseas procedentes de todos y cada uno de los huesos del cuerpo del prisionero presionan, perforan y cortan los músculos adyacentes. El bramido que libera es ensordecedor, aunque parece que al hombre le es completamente indiferente.

Y de repente, tan pronto como empieza todo, termina. Con un sonido seco el reo se desploma en el suelo temblando, jadeando. Levanta la cabeza con miedo para ver a su torturador. Para su sorpresa, éste le está tendiendo una mano.

Durante unos instantes el condenado duda. Sin embargo, en vistas de su situación y de que resulta difícil que le pueda ir peor, toma su mano y se levanta con dificultad. Su rostro queda a escasos centímetros del de aquel hombre, que aun le escruta con sus ojos inyectados en sangre. A pesar de la dureza de su mirada y de que aun denota cierta impaciencia, no hay hostilidad alguna en ella.


- La lección, como te digo, es muy simple. Consiste en que te des cuenta de lo que vas a echar de menos esto antes de que seas ejecutado.

- ¿Te refieres… a este dolor? ¿¡Y por qué iba a añorar la agonía por la que me has hecho pasar!?

- Porque el dolor nos recuerda que estamos vivos.