No grave will hold me...

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Os estoy vigilando...

miércoles, 10 de octubre de 2007

The Nether. Chapter II: Sincere

Dimahl se llevó la mano a la mejilla mientras miraba atónito a su agresora.

- ¡¿Pero qué demonios te ocurre!? – vociferó éste.

- ¡¿Se puede saber qué ha sido eso!? – respondió ella

- ¡Te dije que no funcionaría, maldita sea!

- ¡¿A ti eso te ha parecido un beso sincero!? ¡Empiezo a no estar tan segura de querer que tu alma forme parte de mi! – dijo ella, llevándose una mano a la cabeza.

Nahara miró entonces severamente a Dimahl, que aun tenía su mano en la mejilla y la observaba más desconcertado que furioso. Ésta le apartó la mano y miró su rostro.

- Pensaba que los Nero erais más duros... Vamos, no ha sido nada. – dijo, con un amago de sonrisa

Dimahl maldijo en voz baja. Al tiempo que Nahara tomaba su otra mano y las posaba en su cintura. Cuando éste sintió las formas de ella bajo la fina túnica que la cubría, no pudo evitar sentir un escalofrío recorriendo su espalda. Seguidamente ella le rodeó el cuello con sus brazos y le miró a los ojos. Dimahl no pudo evitar sonrojarse, lo que acentuó la sonrisa de Nahara.

- ¿Podéis arrancarle el alma a mil mortales y perdéis la compostura en los brazos de una dama...? – Nahara rió – No dejáis de ser un hombre, Nero.

- Ah... – Dimahl titubeó – Acabemos con esto de una vez... – y de nuevo acercó su cabeza bruscamente hacia ella.

Esta vez, Nahara reaccionó y echó para atrás la cabeza, poniendo un dedo en los labios del Nero

- Será mejor que me dejéis a mí. Cerrad los ojos...

La Bianco se sonrió de nuevo y se mordió el labio al ver al turbado Dimahl obedecer, y acercó su rostro lentamente hasta los labios de ambos se encontraron. El Nero se estremeció de la cabeza a los pies en cuanto tomaron contacto. Jamás hubo sentido semejante dulzura en toda su existencia. Sentía cómo los suaves labios de Nahara rozaban los suyos temerosos. Cómo su lengua masajeaba la suya con ternura, hasta que ambas acabaron bailando la misma danza. Completamente entregado, Dimahl comenzó a acariciar el cuerpo de ella, notando cómo sus delicadas formas también temblaban con el roce y cómo aquellas caricias eran devueltas con el mismo sentimiento.

El tiempo se detuvo para ambos. En aquel eterno instante, no se hubiera podido saber dónde acababa el alma de Nahara y empezaba la de Dimahl. Ambos unieron sus esencias hasta tal punto, que notaron cómo el otro penetraba en ellos sin que ninguno de los dos hiciera nada por evitarlo. Percibieron que algo le ocurría a su alrededor. Sabían que algo había cambiado para siempre, pero les daba igual. Sólo existía aquel beso. Sólo existía ellos dos. Sólo existía aquel momento.

Pero era necesario que acabase. Y así sucedió.

Sin dejar de acariciarse, sus labios se separaron y ambos se miraron a los ojos. En los breves instantes en que mantuvieron esa mirada, Dimahl fue plenamente consciente de la belleza de la Bianco; y Nahara pudo sentir la nobleza en lo más profundo del Nero. Aun estremeciéndose, ambos se separaron, y fueron conscientes del cambio.

Él vestía el prístino y holgado sudario blanco coronado por la larga capa, y ella la ajada parca sobre el ajustado mono negro y grandes botas también oscuras.

Ambos demasiado anonadados por lo sucedido como para asumir aquel cambio, así que pasaron unos momentos hasta que Dimahl pudo abrir su boca.

- Ha... ha funcionado – dijo, mientas se llevaba una mano a la cabeza. Más que mirarse a sí mismo, para ver cómo habia cambiado, la miraba a ella – No me lo puedo creer.

- Os lo dije – Nahara parecía (o fingía) haber recuperado la compostura. – Sabía que funcionaría.

Dimahl se miró las manos y su atuendo. Se le hacía raro no estar enfundado en su habitual mono negro. De repente, tras dibujar en su cabeza la imagen de su antiguo atuendo, éste pareció materializarse a su alrededor una vez más. Nahara observó la reversibilidad del cambio, ahora que ambos parecían miembros del clan Nero.

- Definitivamente increíble – Dimahl sonrió empezando a darse cuenta de sus posibilidades.

- Está bien, partamos – dijo ella, sin más dilación, y se dio la vuelta dispuesta a encaminarse hacia el territorio de los Nero.

- ¡Eh, eh, eh, quieta ahí! – gritó Dimahl caminando hacia ella - ¿creéis que sabéis lo que os vais a encontrar en Necheeterna?

- Almas impuras, agresivos Nero blandiendo sus guadañas, una tierra de oscuridad sin fin... Sí, me lo imagino.

- No tienes ni idea... - Dimahl se acercó a Nahara.

- Ya entiendo... Lo olvidaba – se acercó a la guadaña que aun permanecia clavada en el suelo y la arrancó. Tras perder unos instantes el equilibrio al tomar la pesada guadaña (que era más alta que ella) volvió a darse la vuelta.

Dimahl no pudo reprimir la risa al verla cargar a duras penas con aquella desproporcionada guadaña. Con un movimiento de mano, pudo ver cómo su arma tiró de Nahara hasta casi arrastrarla de vuelta a la presencia de éste, mientras ella maldecía.

- ¿Pero qué...? – balbuceó ella, sin saber que acababa de ocurrir

- Definitivamente, no tenéis ni idea, pequeña... – Dimahl rió de nuevo – Ésta es mi arma, parte de mí. No obedecerá a nadie más que a su legítimo dueño – tomó su arma de las pequeñas manos de Nahara. No pudo evitar fijarse en ellas. – si realmente sois una Nero, deberíais ser capaz de invocar la vuestra propia.

Nahara suspiró exasperada. Con un movimiento en diagonal de su brazo izquierdo, dibujó en el aire una gruesa línea nebulosa, como si la tela de su parca se hubiese disuelto y convertido en gas. Seguidamente, con el brazo derecho, tomó firmemente esa línea de humo, que inmediatamente se solidificó dando forma a una guadaña (más pequeña)de madera de ébano y hoja plateada, como la del resto de los Nero. A Dimahl le sorprendió el hecho de no haber tenido que dar ningún tipo de instrucción.

- ¡¿Puedo marcharme ya!? – vociferó la Bianco al perplejo Dimahl. Éste negó con la cabeza y se acercó a ella, tomando una de sus manos. Muy a su pesar, Nahara no pudo evitar sonrojarse. Afortunadamente, ello pasó desapercibido ante los ojos del Nero, que miraba fijamente su mano.

- Debes ocultar tus manos. – dijo Dimahl, volviendo a clavar su guadaña en el suelo, sacándose los guantes y poniéndoselos a ella. – No son manos de Nero. Las nuestras son ásperas y llenas de durezas.

Nahara apartó sus manos de las de él

- Os tomáis demasiadas confianzas – dijo, aun ruborizada.

- Vamos, que nos acabamos de besar… - respondió sin darle mayor importancia. Entonces, la miró a los ojos.- También deberíais… - cogió la capucha de la parca de Nahara y la pasó por encima de sus ojos – Llamarán demasiado la atención allí abajo.

- ¡¿Algo más?! – un deje de impaciencia se notaba en su voz, mientras levantaba ligeramente la capucha para fulminar a Dimahl con un solo ojo. Éste frotó su mentón, mirándola divertido.

- No, nada más.

- Genial – refunfuñó ella, asiendo con innecesaria fuerza su guadaña antes de darse la vuelta de nuevo, partiendo hacia su destino.

- ¡Eh, espera! ¿No hay nada que yo deba saber? – gritó Dimahl al tiempo que, con un pensamiento, volvió a la forma de Bianco. Su guadaña se disolvió en una fina nube oscura

- No… - fue la unica respuesta de Nahara, sin siquiera detenerse en su avance

Dimahl observó un rato el firme avance de ella antes de tomar rumbo.

- Sí… Toda una Nero – dijo sonriendo y también se dio la vuelta para emprender su viaje hacia Guardaluz.

Sin embargo, Dimahl no pudo reprimir voltear su rostro para mirar con un gesto de preocupación disimulada a quien le acababa de regalar aquel dorado momento.

Nocheeterna no era un lugar agradable. Para nadie.

8 comentarios:

Tréveron dijo...

perdon por la ausencia de dibujos, no encontraba ada adecuadito y ya sabeis que cualquier intento de dibujo por mi parte seria como si lo hiciera sosteniendo el lapiz con los gluteos...

y que se sepa que mi intencion no es que el relato sea pasteloso, ha sido solo este capitulo >.<

tamara dijo...

jeje a mi no me ha parecido pasteloso, me ha gustado mucho y sigo con la intriga...
A ver si el próximo capitulo se desvela algo de sus planes.

:D

Anónimo dijo...

Buuuu, que mona la descripción del beso y todo lo que conlleva. Sigo con la intrigaaaaaaaaaaaaa ñaaaaaa

LiDiSaN dijo...

ohhhhhhhh!!!

por fi me he lio el primer relato el de follow the leader, me ha gustado mucho, menos mal que acaba bien pal prota que despues de to lo que tiene que pasar, me encanta "el Chico" y na no tardaré tanto en leer el relato de ahora, de verdad ... lo prometo!!! xD

follow the leader muu chachiiiiiiiii animo Andrés a seguir escribiendo xD

Gluvia dijo...

Excelente... Tercer capitulo ya!

Esto... Yo quiero un dibujo hecho con los gluteos :3

Anónimo dijo...

qué decir cuando sobran las palabras?... cualquier cosa que escribiera no sería más cierto que lo que ya he leido

sé que no es necesario ni mentarlo pero... estoy a una llamada, o en todo caso a un "s.o.s." de móvil de distancia

ahórrateme 15 € que este finde nos vamos al McDonalds a ponernos cerdos :D

*nunca me cansaré de repetirlo:
andrés + boli = flow

un abrazo de tu media-patata

Nixarim dijo...

diría que la escena del beso es bonita y que no se me hizo en absoluto pastelosa... pero como TE ODIO no diré nada!!!


...






espera....

Anónimo dijo...

Qué pocholidad... No es pasteloso, es kawaii!!! ^_^

Me mola...