No grave will hold me...

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Os estoy vigilando...

viernes, 28 de diciembre de 2007

Kingdom's maiden

((ADVERTENCIA: POST EROTICO-FESTIVO xD))

Miraba a través de la ventana abierta de paredes de piedra. La noche sin Luna permitía a las estrellas mostrar la valía de su brillo. Y sin embargo, él no era capaz de percibirlo. Sus oscuros ojos no miraban el cielo. Ni las praderas de color esmeralda del reino. Ni siquiera las casas cuyas ventanas aun, en algunos casos, presentaban los quinqués encendidos.

No.

Aquella noche el príncipe no miraba nada. Estaba seguro de lo que iba a hacer. Pero ello no dejaba de turbarle. La negrura de la noche no consiguió consolarle, pero le ensimismó lo suficiente como para que, a pesar de esperarlos, los tímidos golpes en la puerta de madera de su alcoba le sobresaltaran.

- A-Adelante... – balbuceó el monarca

La puerta chirrió y se abrió, y entró quien él esperaba que entrara.

- ¿Me hizo llamar, majestad? – la doncella habló con la temblorosa voz que provocaba el respeto, y temor, que inspiraba la segunda persona más importante de aquel castillo – Son horas muy intempestivas... – sonrió débilmente

- Cerrad la puerta – él habló con seguridad. Debía hacerlo. Su padre así lo hacía

La doncella hizo una reverencia con la cabeza y obedeció, con cierto rubor en las mejillas: estar a solas con el atractivo príncipe del castillo donde se alojaba la abrumaba. Su mano insegura cerró la quejumbrosa puerta lentamente. El príncipe pudo ver cómo uno de los guardas que flanqueaba la puerta le dirigía una mirada cómplice mirada a su soberano antes de perderle de vista. Éste, lejos de sentir la complicidad de lo que iba a ocurrir, apartó la mirada.

El corazón de la doncella empezó a lanzar avisos en forma de latidos veloces. Disimuló el sudor de sus manos jugando con su impoluto delantal de manera nerviosa. Él se acercó a ella lentamente y le miró a los ojos, con una mirada que exigía obediencia.

- ¿Ma... Majestad? – la doncella retrocedió un paso y acercó su mano a la puerta, para buscar el picaporte. Sin embargo, él fue más rápido.

El príncipe agarró la muñeca de la doncella y la obligó a darse la vuelta contra la pared. Ella se quejó con un repentino sollozo.

- Por favor, majestad... – su súplica se perdió con un llanto que vertió lágrimas de desesperación en sus mejillas

- Silencio – inquirió él

Sostuvo la otra muñeca de la doncella e hizo que apoyara ambas manos en la fría pared de piedra.

- No te muevas – dijo el soberano, con un deje de gentileza en su voz.

- ¿Por... favor...? – ella lo intentó una vez más, pero obedeció. La servidumbre conocía el precio de la desobediencia.

El príncipe estaba ansioso. Por ello, agarró el cuello del modesto vestido con las dos manos. Con fuerza, y acompañado con un leve grito por parte de la doncella, todo el vestido se desgarró con dos tirones. La luz de las lámparas de aceite de las paredes iluminó de manera tenue la cremosa piel de la espalda y las nalgas de la doncella. Con cierta impaciencia, el soberano acarició con firmeza los muslos de la dama. Ésta se encorvó al contacto con las cálidas manos. Su respiración se aceleraba.

Las manos del príncipe ascendieron por la espalda hasta los hombros, para apartar definitivamente el vestido deslizándolo fuera de las mangas con un sumiso movimiento de brazos. Ella guardaba silencio mientras sentía cómo su señor la abrazaba con fuerza desde atrás, apartándole la melena de las orejas para lamer con suavidad sus lóbulos.

Aquella situación la estaba sobrepasando. Todo su cuerpo temblaba de manera frenética y perceptible. Pero parecía que a él eso no le importaba. Dirigió los dedos de su mano derecha a los labios de la doncella. Tras acariciarlos, como pidiendo permiso, los introdujo en su boca, sintiendo su lengua, humedeciéndolos con su ardiente saliva. Ella sintió cierta aversión al sentir los dedos del soberano en su boca. Pero ¿qué podía hacer sino cerrar los ojos y dejarse hacer hasta que su dueño hiciera de ella lo que quisiera? Éste, una vez hubo impregnado sus dedos, los extrajo de su boca y comenzó a descender lentamente. Primero rozaron su cuello, produciendo en ella un escalofrío que no debería haber sentido. Seguidamente, los dedos rozaron uno de sus pechos. El príncipe sintió las sugerentes curvas de estos mientras ella se convulsionó levemente: le estaba haciendo cosquillas.

Y el descenso de los dedos prosiguió. Pasó por el vientre de la sofocada doncella, pero, como bien temía, y como una pequeña y oscura parte de sí deseaba, éstos no se detuvieron. Él pudo por fin notar una poco densa presencia de vello, suponiendo el preludio del tesoro que esperaba encontrar. Y así, los dedos alcanzaron su destino.

Ella se encorvó aun más, ahogando un jadeo que aprisionaba sus pulmones. Con ello no hizo sino apretar sus caderas contra las de él, notando por un instante su erecta pasión, que no se molestó en disimular. El príncipe sintió cómo el húmedo Edén entre las piernas de la doncella dejaba manar los efluvios de una mujer anhelante. Lo estaba consiguiendo. Con una voz ronca, ordenó:

- Ve a la cama

Ella apartó las manos de la fría roca y, evitando mirarle a los ojos obedeció, moviéndose con lentitud, entre sollozos y una respiración acelerada.

Él no la vio moverse. Por un instante, se quedó en el mismo lugar, con el lateral de un puño apoyado en la pared, mirando el suelo, recordando las palabras de su padre, que, entre risas, decía:

“¡Tienes que hacerlo, hijo mío! Si eres capaz de tomar a una mujer contra su voluntad y complacerla, ¡podrás complacer a un reino que esté en tu contra!”

Su padre siempre había sido sabio, a pesar de aquellas palabras. Así que accedió, con cierta reprobación.

Se dio la vuelta y contempló la enorme habitada cama adoselada que reinaba su alcoba. Se acercó, con paso pesado, y deshaciéndose de su holgada camisa y sus pantalones ocres, quedando desnudo. La doncella se había cubierto con las sábanas, y miraba la ventana para evitar mirarle a él. Antes de unirse a ella en la cama, él tiró de las sábanas que la cubrían. Con facilidad y el leve susurro del roce de la seda con la piel desnuda, éstas se deslizaron dejando ver el cuerpo de la dama, que cubría sus pechos con un brazo y su entrepierna con la mano del otro. Ella cerró los ojos al sentirse observada y completamente vulnerable.

El príncipe, finalmente se arrodilló sobre la cama, dejando las piernas de ella entre las suyas. Una vez más, tomó sus muñecas para descubrir por completo la belleza de su cuerpo, haciendo que extendiera sus brazos como si estuviera crucificada.

- No... – un leve y lastimero gemido de súplica escapó de su boca, que no hizo más que alimentar el ansia del príncipe.

Éste descendió su cuerpo hasta que entró en contacto con el de ella. Puesto que la doncella miraba la ventana, no le besó en los labios, sino que colmó de numerosos y fugaces besos su cuello de garza, descendiendo con lentitud.

Otro escalofrío y… ¿un jadeo? Ella se tapó la boca. No tendría que haber pasado.

El soberano llegó a la clavícula, la cual recorrió con sus labios hasta situarse entre los pechos de la mujer. Entonces dejó ir las muñecas de la doncella para apoyarse con más comodidad. En lugar de aprovechar sus manos libres para forcejear, la doncella mantuvo los brazos donde el príncipe los había colocado, como sujetos por grilletes invisibles. Él, lentamente, comenzó a lamer el pecho derecho, trazando una espiral con su lengua desde la aureola hasta el erecto pezón, el cual mordisqueó con una paradójica firme suavidad. Con su mano izquierda, mientras tanto, masajeaba el otro seno con deleite.

La respiración de la doncella se aceleró más aun. El deseo comenzaba a imponerse a la razón, y su cada vez más acelerada respiración enmudecía su conciencia. Entonces, una vez más, el príncipe continuó descendiendo. Ella agarró las sábanas, como si necesitara asirse a algo que la uniera a la cordura. Sabía donde se dirigía, y no se sentía preparada.

Pero eso a él no parecía importarle. Pasó sin detenerse por el ombligo de la doncella y se desvió hacia el muslo para evitar el ligeramente hirsuto Monte de Venus. Una vez hubo bajado lo suficiente, se dirigió al paraíso oculto entre las piernas de su doncella.

Primero unos sutiles besos. Otro jadeo incontrolable abandonó la garganta de la mujer. Luego el príncipe se valió de sus dedos para separar los húmedos labios y el jadeo se convirtió en un gemido. Finalmente, su lengua lamió del dulce néctar que manaba de la dama.

Ella no podía soportarlo. Los músculos de su espalda se tensaron haciendo que casi se incorporara. Sus gemidos se transformaron casi en gritos, y llegó a olvidar el lugar que le correspondía en aquel castillo enredando sus dedos en el pelo de la cabeza de su señor mientras su cuerpo se retorcía como una víbora.

Cuando el príncipe se hubo saciado de la sagrada fuente, volvió a ponerse a la altura de su doncella.

Bastó un segundo. Un segundo en el que sus miradas se encontraron. Sus bocas estaban abiertas para poder respirar al ritmo en que sus iracundos corazones marcaban. Y sus lenguas asomaron, anhelando contacto. Él se abalanzó sobre ella, y esta vez, ella no hizo nada por evitarlo. Sus labios apenas se rozaron. Aquella era una lujuriosa danza en la que tan solo sus lenguas estaban invitadas. Se entrelazaron a un ritmo vertiginoso, rozándose sin miramientos, respirando del aire que el otro espiraba.

Entonces, él se detuvo y se separó, para llevar una mano a su miembro, que a tientas buscaba la entrada de la doncella. Supo que lo había conseguido cuando un nuevo escalofrío convulsionó aquel pequeño cuerpo. Embistió con suavidad, y la respuesta fue otro gemido, nada suave. Siguió entrando en ella, motivado por las contorsiones de su cuerpo. Ella, olvidando de nuevo ante quién se encontraba, le abrazó tanto con los brazos como con las piernas. Le abrazaba con fuerza para sentirle con más intensidad. Él marcó el ritmo, y ella se subyugó inevitablemente. Ya no se besaban. Sus cabezas reposaban sobre la mejilla del otro. Escuchaban con lasciva atención cómo respiraban en sus oídos. Cómo eran capaces de pedir más deseo sin palabras.

Pero él se incorporó, y ella le miró entre resentida y arrepentida. ¿Ya había terminado todo?

No.

El príncipe tomó los muslos de la doncella a horcajadas y continuó embistiendo, esta vez, contemplando su obra en toda su gloria. Vio cómo el cuerpo de la mujer se retorcía para intensificar el contacto de sus bajos. Vio cómo el ritmo que él marcaba podía percibirse en el movimiento de la turgencia de los pechos de la doncella. Vio cómo ella movía la cabeza de un lado hacia el otro, incapaz de soportar tanto placer.

- Mi señor… - murmuraba entre jadeos – Mi príncipe… - le miró con tristeza, alargando los brazos para intentar llegar a él – Mi…mi… ¡mi amo! – gimió, incapaz, sonrojada, de reprimir la expulsión en éxtasis de sus flujos, que él sintió satisfecho, culminando inmediatamente después, en el interior del cuerpo de su doncella.

La observó de nuevo. El movimiento de su vientre respirando fue amainando, como la tormenta que finaliza. Su cuerpo, perlado de sudor, yacía en la cama, apenas moviéndose. Él se acercó a ella de nuevo, desensamblando sus cuerpos, con un último suspiro quejumbroso por parte de la dama. El príncipe yació a su lado, besándola con ternura. Pero la doncella giró la cabeza haciendo que la besara en la mejilla ya que hubo recordado, con tristeza y humillación, cuál era su lugar en la cama.

Recogiendo una sábana para cubrir su desnudez, ella comenzó a levantarse para marcharse al cuarto del servicio, para poder llorar en soledad. Pero él la tomo por la muñeca con dulzura.

- Por favor, quedaros conmigo esta noche, mi señora

Y ella, una vez más, obedeció. Ya no sentía humillación de haber sido tomada a la fuerza, pero aun permanecía la tristeza. Tristeza ante la certeza de que aquello no volvería a ocurrir.

El Rey era sabio, y él por fin lo comprendió.

“Si eres capaz de tomar a una mujer contra su voluntad y complacerla, ¡podrás complacer a un reino que esté en tu contra!”

Había que complacer al reino hasta que llegara a necesitarte.

Había que complacer al reino hasta llegar a necesitarle.

25 comentarios:

Tréveron dijo...

tengo la sensacion de que esto no se me da nada bien... '>.<

Anónimo dijo...

bueno aqui estoy haciendo el comentario tan esperado. Primero que sepas que escribes muy bien ( no llegas a mi altura esta claro jajajajaj es brma), en serio escribes muy bien y no esque te mire con bueno ojos, es la verdad.El texto en general esta muy bien, hay alguna cosa mas subida de tono que otra pero es bien, como ya te dije joe con el principito jajajaj. bueno cielo que sigas escribiendo que de verdad que se te da bien muchos bss

Anónimo dijo...

Sí que se te da bien XD

Anónimo dijo...

Y luego...luego tendrán un bebe!!!

ay que ver...sin protección ni na...los reinos hay que conquistarlos con cuidao, macho XD

en fin, es broma. y esta muy bien escrito, tontorrón

Nixarim dijo...

...

y llovían bebés, y uno se les quedó mirando....

(está bien, aunque reconozco que no suelo leer cosas de este tipo xD)

Siltha dijo...

Wow. XD

Tréveron dijo...

que explicitas, hijas mias...

xDDD

Anónimo dijo...

No tanto como tú X__D

Tréveron dijo...

que has querido decir con eso!?

hmf!

Anónimo dijo...

Vaya, vaya...

Explícito es, no se puede dudar. Muy bien descrito, de verdad, me ha sorprendido mucho.

Lo que más me ha gustado, que toene argumento y no es sólo sexo, y el final romanticón con eso de que el pueblo le necesita, pero él también al pueblo ^^

Vorian dijo...

En cierto modo no se si sea la mejor critica por que jamas habia leido un relato erotico hetero...

Es bastante descriptivo en eso no hay duda y se te da muy bien ^^

Encontre que empieza la accion demasiado rapido, la doncella demasiado sumisa, tal vez un poco mas de resistencia y un poco mas de violencia en un principio le hubiera dado otro sabor es decir ¿cual es la gracia complacer a alguien que desde el principio no esta dispuesto a mostrar resistencia? me parece mas facil a alguien que solo hay que persuadir como la doncella que a alguien que hay que disuadir,no se si me expreso bien...
me parecio que no era una pasion enfermiza hacia la doncella y que era mas por deporte XD pero como te digo... yo leo solo yaoi asi que.. ni idea si te sirva de algo...

Lo que si, es que el pensamiento de los participantes fue casi nulo... fue mas la descripcion del acto en si la que predomino no es malo pero particularme a mi me gusta un equilibrio entre ambos

Como era un cuento corto me esperaba un final mas... impactante es decir que uno pudiera quedarse dandole vueltas horas.

Pero encuentro que es bastante bueno para ser el primer relato erotico que escribes, y seguire halagando tu manera de describir por que me encanta XP

Uff a quedado largo XD, espero que te sirva de algo ya que siempre pides criticas ^^

Anónimo dijo...

beno pues pasando a la critica, vorian tiene razon, la descripccion esta muy bien, quizas te falto relatar, las propiedades de los cuerpos, un poco mas expñlicito, al ser n acto de dominacion tan sencillo, no entra en escena para nada la tematica sadomasoquista ni nada de su escenografia unos azotes, un poco de cuero, esposar, atar,...

y respecto a la sumision pus no hay mucha resistencia.

es mas te recomiendo la pelicula "kull el conquistador"
donde un rey rechaza a una mujer que se somete involuntariamente, eso le quita el morbo, o bien se niega o bien se entrega
y si se niega, posturas que la humillen como al principio en la pared, el domina, ata en un abrazo el cuerpo de ella, una mano acaricia los senos, y sujeta el cuello, y la otra desciende al paraiso, le seujeta el cuello y se lo inclina dejenao la otra parte al descubierto para morderle y amenazarle.

un poco de dominacion
pero yo tampoco soy quien para opinar, la mayoria de relatos se basa en el superioridad de alguna de las dos partes, a veces es superioridad economica, y la sumision es mucho ms fuerte, o es fisic, y se da el abuso, o en este caso jerarquica.
no creo que sea malo, y ya te he dicho que la forma de escribir esta muy bien, pero falta el componente fundamental, informacion.

Vorian dijo...

Dos cosas que se me pasaron en el comentario anterior son...

"El príncipe pudo ver cómo uno de los guardas que flanqueaba la puerta le dirigía una MIRADA CÓMPLICE MIRADA a su soberano antes de perderle de vista"

Y lo otro que pase por alto y secundino dijo muy bien es que te falto relatar las propiedades de los cuerpos.

Por que en un punto yo no sabia como imaginarme al principe y tube qe meterle de mi cosecha... y pasa lo mismo con la chica que si bien la describes un poco mas no dejan de ser las caracteristicas obvias de cualquier mujer...

Aunque insisto que de todas formas tienes pasta para esto ^^

Tréveron dijo...

DIOX, SECUN TE JURO QUE ESPERABA UN COMENTARIO ASI xDDDDDDD

LiDiSaN dijo...

Andrés podrias hacer un relato con hyde ... miri, tamara y yop te lo agradeceriamos sobretodo yoooooooo xDDDDDD

Anónimo dijo...

wejejeje ains....la dama en apuros se siente feliz...? xD es un escrito de hace tiempo...de mayo ¬¬ fijate...u.u

:D ya lo sabes ^^ me ha encantado este escrito... (mas no he leido que me dejas muy poco tiempo maloso!)

ñaa y a ver si te pasas por mi flog....¬¬ ke me dijiste que lo ibas a hacer.... :'(

hmmf! maloso! :D

Vorian dijo...

Me veo en la obligacion de apoyar la idea del relato con Hyde... *¬*

Ese hombre es divino!

Tréveron dijo...

Diox, se multiplican.... >.<

Siltha dijo...

Secun... estás enfermo... xDDDDD Sí que es cierto que falta resistencia por parte de ella... A ver, el príncipe de un reino te elige para violarte... pues un poco por la labor se pone una doncella sumisa, pero eso le quita mérito a él como proporcionador de placer... Aparte, a no ser que se diga lo contrario, yo siempre me imagino que todos están buenos, con lo cual si viene un príncipe buenorro a violarte como que tan horrible no será. xDDDDDDDDDD Nu sé, a mí me ha gustado, lo único que cuadra poco es eso, que no hay demasiada resistencia por parte de ella, cae demasiado rápido en el juego como para ser alguien que empieza realmente con un temor al contacto sexual con la otra persona.
Y personalmente no creo que falte información, dejar partes a imaginar no tiene porqué estar mal, a mí no me ha dejado la sensación de incompleto cuando lo leí. Pero bueno, yo de crítica literaria valgo menos que de ingeniera espacial, así que ni caso.

PD: También te he enlazado y te he respondido a tus comentarios en mi blog.

Siltha dijo...

Ah, yo también me apunto a lo del relato con Hyde y a cualquier relato yaoi que se te ocurra. Aunque si sigues con relatos normales tampoco me quejaré. XD Y si siendo tío fueses capaz de escribir un relato lésbico convincente molaría también. XD Y más vale que me vaya a hacer la maleta y deje de pensar en cosas d'estas. xD

Anónimo dijo...

Bueno en contestacion a esas fan-girls desbocadas, estais pidiendo un imposible, no se que tipo de peliculas veis vosotras ni como las analizais, pero pensad que si todas quereis ir con hyde a la vez , el pobre solo posee un aparato, y como hombre humano que es, sera imposible que os complazca a todas a la vez a menos que vosotras tengais un pensamiento kamasutriano, kamasutrense, kamsaloquesea, eso, si, si el relato fuese ocurriendo una por una, con hyde seria mas convincente.

punto dos, otra cosa que se me paso, es el hecho, de que no habia sangre en la cama, si la doncella era virgen, como muchos habran supuesto, literariamente siempre quedaria bien unas fotitas de sangre al final, cuano ella se levanta asustada por haber manchado el leche, y el le suplica su calor para esa noche...

punto tres, si no era virgen, le quita cierto morbo y clasicismo al asunto.

y bueno respecto a la literatura erotica se diferencia del tipico porno en que insinua como muy bien has hecho, y si treveron hiciese un jodido relato de un tio con tatnas mujeres a la vez, seria muy poorno" y la orgia de cuerpos bañados en sudor lamian el tembloroso curpo del cantante..."

que es como pasa en las tipicas peliculas porno, donde un tio se folla a dos tias, y las dos acaban disfrutando como perras, pero eso si, una es la sujeta receptora, y la otra el apoyo logistico, el morbo de esa situacion es el bisexualismo de las chicas, y la dificuldad de estar con dos perras calientes...

y ya cuando vuelvan a surgirme nuevas cosas os lo hare saber.

Nixarim dijo...

secun, pequeño depravado, los relatos con Hyde no tienen que estar relacionados: uno con cada uno en marcos, contextos y situaciones distintas, que siempre piensas ahi, al mogollón xDDDD

por cierto, a mi... como que no incluyáis en la cola para los relatos con Hyde, más que nada porque con la mala leche que tengo quedaría MUY POCO creíble mostrarme sumisa antes un tio al que posiblemente le saco dos cabezas XDDDDDDDDDD

Tréveron dijo...

ENFERMOS!!!!


ESTAIS TODOS ENFERMOS!!!


xDDDDDDDDDDDDDD


Al final me tocara hacer otro... '^^ en fin, mas adelante, no me satureis de erotismo xDDDD

Anónimo dijo...

xD no te sientas sucio hombre! n.n

lo leeria ahora...pero seguramnte mi madre me llamara...u.u...

asike el año ke viene lo leere :D

bsitos y feliz noche n.n

LiDiSaN dijo...

La que sa liao por nombrar a Hyde no sabia que tenia tantas seguidoras entre la gente que entra a este blog xD mola!!!

Bueno Andrés a lo tonto a lo tonto este es el comentario número 25 xD aunque esta muy bien el relato me quedo con tus otras historias xD.

Y lo de Hyde no te preocupes que no te lo pedire ya tengo mi imaginación en todo caso, por cierto Secun habria que ver algun relato tuyo como sea como el dibujo de la historia de Andrés yo quiero leerlo XD por fa!!!!

Feliz año a todos!!!

Pd: lo del relato de Secun no es pa ofender, que yo soy la primera que no se ni dibujar ni escribir relatos que conste, es un pique un pique bueno!!! por si luego hay gente que piensa mal ¬¬

deu!!!