No grave will hold me...

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Os estoy vigilando...

miércoles, 29 de octubre de 2008

Surprise [EDIT]

Las fanfarrias de la feria llenan el aire de la noche con sus alegres ritmos y peculiares notas musicales, invitando a niños y mayores a adentrarse en un mundo de color e ilusiones.

Un hombre joven camina distraído observando las atracciones mientras degusta, pedazo a pedazo, un colorido y dulce algodón de azúcar. Pasea su vista desde la gigantesca y lenta noria, la cual eleva a sus pasajeros hasta alturas vertiginosas, a los traviesos coches de choque, que atraen a los más aguerridos y pícaros jovenzuelos.

La feria se yergue sobre un antaño desocupado descampado, por lo que los pasos del hombre levantan pequeñas volutas de polvo a medida que camina. Las luces y sombras que generan los cientos de multicolores bombillas que brillan por doquier envuelven al hombre en una sensación de nostalgia por la infancia perdida que, a pesar de no haberla abandonado hace demasiado tiempo, parece ya muy lejana.

Una lástima que su hermano, en cama al presentar algo de fiebre leve, no hubiera podido compartir con él aquel pedazo de su niñez.

La gente va y viene entre risas y afables conversaciones mientras el joven camina indiferente y abstraído, sumergido en la bruma de sus recuerdos, hasta que una carcajada especialmente estridente le saca de su ensimismamiento. Rápidamente se voltea esperando ver a algún tipo de payaso llevando a cabo una función.

Sin embargo, no ve nada.

Pero su decepción no tarda en desvanecerse, pues en el momento en el que se da la vuelta de nuevo, a escasos centímetros de su rostro, un bufón le mira con una amplia sonrisa.

El pintoresco personaje viste el típico traje de los cómicos reales del medioevo: rombos de llamativos colores rojo y verde, zapatos con el extremo alargado y levantado, guantes blancos en las manos y un gorro inclinado hacia atrás del que cuelgan dos borlas con sendos cascabeles. En su mano derecha sujeta un corto cetro dorado, cuyos extremos presentan esferas. Con el rostro enteramente maquillado de un color blanco perla salvo a la altura de los pómulos, que presentan un tono rosa pálido, observa divertido al hombre con unos ojos castaños y pequeños, sobre una nariz larga y ganchuda.


- ¡SOSPRESA! – chilla.

El hombre da un paso atrás sobresaltado, mientras el bufón ríe a carcajadas por su reacción haciendo girar su cetro con gran habilidad. Una vez lo deja quieto y vuelve a observarle sonriente puede verse que en una de las esferas del pequeño cilindro metálico hay tallados un par de ojos simples y una amplia sonrisa. Con sus movimientos deja al descubierto que la parte trasera de su colorido traje está pintada de colores distintos: rombos de colores blanco y negro simplemente.
-

- ¿No adoras las sorpresas? – comienza entonces a decir, gesticulando exageradamente – ¡Me encanta lo inesperado!

El joven no puede evitar sonreír ante el chiflado personaje que tiene ante sí. Confundiéndole con un artista ambulante, busca una moneda en el bolsillo de su pantalón y se la lanza guiñándole un ojo.

- ¡Ajá! – dice el bufón atrapando la moneda.

Con la misma habilidad que demuestra con el cetro hace girar la moneda entre sus dedos para acabar cerrándola en su puño enguantado. Cuando lo vuelve a abrir, la moneda parece haberse transformado en un orondo y brillaste escarabajo de brillos metálicos, que repta hasta el antebrazo del bufón para abrir sus alas membranosas y echar a volar.

El hombre comienza a aplaudir, completamente anonadado y maravillado, a lo que el bufón responde con una exagerada reverencia.


- ¡Gracias, gracias, amigo de lo inesperado! Pero ¿por qué deberíamos detenernos en este punto? Ruego querido espectador – dice mientras hace girar su cetro de nuevo – dirija su mirada a... ¡ese punto!

Señala hacia el techo de una de las carpas de la feria, coronada con un mástil bajo. La Luna recorta la silueta, en equilibrio sobre el mástil, de una figura humana que gesticula de una manera familiar. El hombre, incrédulo, mira al lugar donde antes estaba el bufón, y descubre que en su lugar una pequeña nube de polvo asciende arremolinándose desde el suelo hacia la noche.

Cuando el joven se gira de nuevo para ver la silueta sobre la carpa, ésta ya no está, y así el bufón vuelve a aparecer frente a él.


- ¡Eso ha sido increíble! – el hombre aplaude con fervor mientras quien le entretiene hace exageradas reverencias y sonríe satisfecho.

- ¡Y sin embargo tan solo pienso en ir más allá, amigo de las sorpresas!

Con una peculiar floritura se lleva una mano a uno de sus oídos, ocultos bajo el pintoresco gorro. En ese mismo instante el teléfono móvil del hombre suena. Preguntándose si es alguno de los trucos del bufón o una simple coincidencia coge el teléfono y responde. Se trata de una llamada de su madre.

Su hermano ha muerto.

Entre la voz ahogada por los sollozos de su madre y que su mente repentinamente ha comenzado a nublarse bajo el espeso manto de la impuesta incredulidad, el hombre solo escucha las palabras “empeoramiento súbito” e “inesperado” desde el otro lado del teléfono. Todo le da vueltas. Las luces y los sonidos de la feria obcecan su cerebro y parecen envolverle en un manto que no es lo suficientemente sólido como para sostener sus repentinamente endebles piernas. Cae de rodillas mientras sus ojos comienzan a empañarse, pero ello no le impide soslayar al bufón que, de espaldas, seguía de pie delante de él.

Efectivamente, su traje presenta un monocromático color blanco y negro repartido en rombos alternos en la mitad trasera de su disfraz. Entonces, de nuevo, parece suceder algo que escapa a la comprensión.

El bufón estira sus articulaciones, produciendo el crujiente sonido del choque de huesos y tendones. Entonces se doblan. Pero no hacia delante. Como si su cuerpo hubiera cambiado de sentido sus codos se doblan hacia atrás, aunque parece que sus brazos se extienden hacia el hombre. Los hombros del bufón se torcieron hacia atrás también, así como los dedos de sus manos, que con múltiples crujidos se cerraron sobre el dorso como si se tratase de un puño enguantado normal aunque invertido. Sus rodillas también se torcieron en un ángulo imposible, para poder acuclillarse cerca del hombre. Finalmente, moviendo sus brazos de manera normal salvo por el hecho de que sigue de espaldas, toma su cetro y lo hace girar de nuevo. Esta vez lo detiene en el extremo contrario, en el que aparece una esfera con un rostro triste y una lágrima tallada. Se lleva otra mano a su gorro, que cubre su nuca, y se lo echa hacia atrás.

Pero no es la nuca lo que cubre el gorro, sino otro rostro.

Igualmente maquillado de fondo blanco, pero con dos rombos negros pintados sobre los ojos. Sus labios están pintados en una macabra y amplia sonrisa cuajada de dientes blancos como perlas y afilados como cuchillas. Observa, divertido como siempre, al hombre, y con el cetro le levanta el mentón ligeramente obligándole a mirarle a los ojos.


- ¿No adoras las sorpresas?





[Gracias a Delerium por el fanart]

14 comentarios:

Daialian dijo...

:O Anodada me dejas

hellsamu dijo...

es IMPOSIBLE superar tus chistes graficos, el de los cereales derivados ( o integrales? siempre los confundo) y el del semen y tal...

me quito el sombrero ante ellos

Nixarim dijo...

me re-afirmo: me ENCANTA la cara final del bufón (siempre que me imagino cosas que me den miedo, pero que a la vez me atraigan (ya sabes... xD) tienen una jeta similar ^^)

Anónimo dijo...

Pues yo me quito el sombrero ante tal relato. Un final super inesperado y que riza el rizo de algo que no se si es agobio, tristeza o ambas a la vez... (pobre prota
Otro gran trabajo Trev!! Me encanta!!

hellsamu dijo...

por cierto, no te habia dixo nada del texto porq no habia tenido tiempo de leerlo, ahora si y dejame que te diga que tus relatos no tienen nada que enviadiar a los dibujos de gente mas agraciada en ese arte que tu...(como tu dices eh? que yo dibujo peor incluso que tu)

Noodle dijo...

Sin palabras. Me ha encantado ^^

Delerium dijo...

....

*Del simplemente se dedica a hacer una reverencia muda. No tiene palabras de alago para este escritor. Demasiado bueno como para cogerlo como maestro, solo puede deleitarse con lo que él ofrece.

Tréveron dijo...

"que yo dibujo peor incluso que tu"

QUÉ INSINUAS, QUE DIBUJO MAL!?

POR QUÉ NADIE ME LO HA DICHO!?

NGUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ!!! x(

"...."

*Trev le pega una colleja a Del y le dice que escriba, a sabiendas de que ella no tiene nada que envidiarle

JJ dijo...

mola

JJ dijo...

jajajajaja, solo faltaba ke el bufon le dijese

why so serious?


jajajajjaaja, ma mola d verdad, aunk si te soy sincero mi imaginacion ha volado, sobre todo en el punto de que el bufon giral el cetro, y esperaba leer:

-atizandole con toda su fuerza un golpe en la cara al pobre infeliz, que no sabia lo ue se le venia encima....

Anónimo dijo...

Fui a la feria el domingo, me encontré un euro en el suelo y me lo eché a uno de esos puestos de dardos, gané y en vez de coger un peluche o una pistolica me llevé a casa una plancha...

Triste pero cierto, lo juro.

Gaby dijo...

Pasatelo muy bien el salón! Da saludos a Barcelona de mi parte.

Insane Crow dijo...

WOW...tu escrito me recuerda al buen Poe....amo sus cuentos...y me encanto su relato¿lo escribio usted????

Delerium dijo...

siiii!!!!!!

salgo!!! salió!!!!

QUE MARAVILLA ES UN MILAGRO!!!!

es perfecto muajaja

lo se, es mio ^^

muajajaja!!!!!