Estaba en la puerta de la habitación de mi compañera de piso, pegándole suaves golpes a la puerta porque sabía que me arrepentiría de lo que por otra parte me moría de ganas de hacer.
Desde poco después de que respondiera a mi anuncio en búsqueda de alguien con quien compartir un piso cerca de la universidad estoy enamorado de ella. Anoche salió mientras yo me quedé estudiando para un examen cercano. Ella no suele beber demasiado, pero a juzgar por los tumbos que oí a altar horas aquella vez debió de haberse pasado. Su ropa estaba toda tirada por el suelo y ella dormía plácidamente sobre su cama de sábanas blancas.
Dormía profundamente…
Titubeando, me adentré en su cuarto y me senté junto a ella en la cama. Con suavidad le acaricié la cabeza. Su pelo corto y rubio estaba aun algo engominado. No reaccionó, su sueño era realmente imperturbable. Con la mano temblorosa le bajé la fina sábana que cubría su cuerpo.
Dios… ni siquiera pensé en una excusa que explicara mi presencia allí si hubiera despertado.
Estábamos a finales de mayo y ya hacía un calor bochornoso, incluso por las noches. Por eso ella tan solo llevaba una camisa de pijama de manga corta y unas leves braguitas tanga de encaje rojo y algo transparente. Aquella visión acabó de despertar en mí los instintos más bajos y pueriles. Seguí bajando la sábana hasta la mitad de sus carnosos muslos y los acaricié con delicadeza a medida que mi mano ascendía por su cuerpo.
La camisa de su pijama era holgada y estaba mal abotonada, seguramente debido al estado de embriaguez en el que se desvistió. Poco a poco fui desabrochando los botones, de arriba abajo, hasta que por fin pude apartarla. Tragué saliva: ya lo había notado, pero no llevaba sostén. Sus pechos eran generosos y caían ligeramente con naturalidad. Ahogué un jadeo y paseé lentamente mi mano desde su vientre hasta su seno derecho. Lo acaricié con suavidad, como si se fuera a romper hasta que, en un arrebato, lo apreté ligeramente observando como sobresalía entre mis dedos. Me permití pasar un dedo por su rugoso pezón rosado, pero antes de que éste comenzara a sobresalir aparté la mano. Tenía un lunar junto a la aureola de ese mismo pecho.
Me fijé en sus labios, carnosos y aun con algo de carmín desgastado. Acerqué mi cabeza y rocé, casi con pánico, la comisura de sus labios con los míos.
Me di cuenta de que mi mente se estaba perlando cuando bajé la mirada de nuevo. Bajo las finísimas braguitas se intuía el vello de sus bajos. Puse mi mano en su cadera, con un dedo bajo el escaso hilo de su ropa interior y descendí. Casi como si lo hicieran solas, sus rojas braguitas acompañaron a mi mano por un lado, ligeras. Me recreé unos segundos viendo su vello púbico casi en su totalidad, así como el surco del hueso de su cadera.
Casi sin pensar, bajé mi cabeza y comencé a besarle el vientre con suavidad, cuidando que no reaccionara, que siguiera durmiendo. Humedecía mis labios a cada beso para que mi tacto fuera más suave y para probar el sabor de su vientre. Sin dejar de besarla, descendí hasta llegar a la cadera, hasta notar su vello en mi mentón.
Entonces se movió.
Tuve que detenerme, se estaba removiendo en la cama. Su expresión seguía siendo plácida y se movió ligeramente cerrando y frotando sus muslos, en un gesto que se me antojó como el más sensual que jamás había contemplado.
Y fue entonces cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo. De en qué me estaba convirtiendo. De que no sería capaz de volver a mirarme al espejo si hacía lo que cada fibra de mi cuerpo me estaba pidiendo probar.
Aquella misma tarde, antes de que despertara, me fui de aquella casa. Ni una explicación. Ni una triste nota. Mucho menos una confesión.
Nunca más la volví a ver.
No grave will hold me...
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8 comentarios:
Mi segundo relato erótico, mucho más suave (para mal de muchos xD) que el anterior.
¡Espero que lo hayáis (oh, sí...) disfrutado!
P.D. ¿Os habéis dado cuenta de que no he dicho en ningún momento si el narrador es un chico o una chica? >:3
¿Qué os habéis imaginado vosotros, cochinotes? xD
"estoy enamorado de ella..."
Me da que es un chico... xDDD
Me encanta el relato :3 Sigue así! Es que no te puedo decir nada malo, así que dejo este comentario tan soso... xD
Está bien. Me has servido un
EPIC FAIL xDDDDDDD
Muchas gracias ^^
Me gusta más este que el anterior, aunque, si bien te dije que el otro relato se te había escapado un poco de las manos y del erotismo se te había pasado al porno (tampoco mucho, de todas formas), este quizá esté demasiado suave.
Hacer un relato erótico que coja justo el punto entre el erotismo y el porno es complicado, uno suele pasarse o bien no se llega. Sí alguna vez escribes otro, pondría tanta descripción como has puesto en ese relato, pero también metería datos de un acto en sí, usando el mismo de descripción: suave, explícita pero dando rodeos. Lo se, suena complicado, y aunque soy profana en el tema creo que un buen relato erótico es el que habla de sexo explícito sin que lo parezca ;)
Pues aún te quedó bien. El otro creo que no lo leí (al menos no me suena), así que tendré que echarle un vistazo. Lo único, es que normalmente este tipo de relatos suelen escribirse desde el punto de vista masculino, la próxima vez intenta hacerlo al revés, a ver que sale. XD
Joer Trev, cómo pones a la peña... xDD
Sigue así, que tus relatos molan. Y a ver si nos vemos en San Juan, que haré una escapadita a tierras alicantinas ^^
a mi me gusto mucho, puedo decir q mas q el anterior porq ambos me gustan de igual manera.
y si es dificil scribir relatos eroticos q no rayen en el porno, pero se q puedes lograrlo.
Ya que nadie te lo dice claramente, al menos en el blog (porque ya te lo he dicho a la cara XD),te lo diré yo:
CALIENTABRAGUETAS!!!
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