No grave will hold me...

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Os estoy vigilando...

jueves, 16 de agosto de 2007

Follow the Leader II (B)



Nuestra conversación se detuvo al contemplar donde nos hallábamos: habíamos llegado a la rivera de un imponente y caudaloso río. La poderosa corriente hacía virtualmente imposible el cruzarlo a nado. Miré a ambos lados del mismo y no pude vislumbrar un puente en kilómetros. Contemplé la idea de la inminente desviación de mi camino con decepción. Cuando quise preguntarle al Chico qué opinaba, le vi casi en el agua, haciendo estiramientos.

- No iras a atravesarlo nadando, ¿verdad? – pregunté, casi temeroso de la respuesta.

- ¿Y por qué no? ¡Vamos, nuestro camino está ahí delante!- contestó él, animoso.

- ¡Pero es demasiado peligroso! ¡No lo conseguiremos!

- Dios, qué pesimismo... –dijo, cubriéndose el rostro con las manos. Cuando se descubrió el rostro, pude observar que no había perdido la sonrisa.- Mira, un camino no es solo el camino en sí, ¡sino cómo lo recorres! ¡Vamos, piénsalo! Seguro que has caminado las mismas tierras que yo, ¿a que sí?. Atravesaste las Praderas del Reposo sin que su atractivo te tentara a abandonar tu senda. Recorriste el Bosque de la Duda sin que los árboles, que no te dejaban ver el camino, te detuvieran. Escalaste las Montañas de la Dificultad, sin que las pequeñas heridas de las piedras afiladas ni la magnitud de su altura te impidiera continuar. ¡Y atravesaste el Pantano del Terror sin que el miedo te devorara! ¡Además, ambos cruzamos el Desierto de la Soledad juntos! Fíjate en esa corriente. – lo hice, y su rugido constante no me tranquilizaba, aunque lo que me acababa de decir me hizo reflexionar- ¿Dejarás que te arrastre el Río de la Adversidad después de haber llegado hasta aquí o incluso que te desvíe de donde tanto te ha costado llegar? !Yo no pienso hacerlo!

Y una vez más tuve que callar ante la evidencia de lo que había dicho. Tenia tanta razón... Tanta, que fui el primero en lanzarse al Río, con una desafiante sonrisa.

La corriente era terrible. La poderosa fuerza de su empuje hacían de cada brazada un esfuerzo titánico. En aquella situación, los segundos se me antojaron eternos, y fueron varias las eternidades que tuve que soportar para alcanzar la otra parte del Río, completamente exhausto.


En el camino escuche el sonido del Chico el zambullirse pocos segundos tras de mí, así que cuando llegue a la otra orilla del Río, me di la vuelta para ver cómo le iba.

La visión hizo que se me detuviera el corazón.

El Chico estaba nadando completamente contra la dirección del Río, no hacia el otro lado del mismo. La corriente le había desviado hasta tal punto que éste tan solo nadaba para que no le llevara. Su rostro, en el que pese a conocerle de poco tiempo siempre había brillado una sonrisa, estaba contorsionado por el dolor y el esfuerzo. Pero yo sabía que si seguía así tan solo conseguiría agotar las fuerzas que tanto necesitaba.

No lo dudé ni un instante. Agotado como estaba, me lancé de nuevo a las terribles aguas ante las que me hallaba y nadé hacia el Chico. Pero llegué tarde. El Río era demasiado ancho y para cuando quise llegar hacia donde él estaba, pude ver cómo sus ojos se cerraban, desmayándose de cansancio, y la corriente ya le había reclamado... para siempre jamás.

Sin asumir lo que acababa de ocurrir, y a sabiendas de que mi prioridad en ese momento era no dejarme llevar por la corriente, nadé hacia la orilla que me quedaba mas cerca en ese instante, que no era otra más que en la que estábamos al principio.

Sin aliento, la alcancé y entonces el peso de lo que había sucedido cayó sobre mí como una tromba de agua. No pude reprimir el más doloroso de los llantos ni las innumerables lágrimas que le siguieron. Rabioso, golpeé el suelo con mi puño hasta que el dolor fue insoportable, con la esperanza de que el dolor físico sustituyera al interior. Pero no fue así. Ni por un instante.
Aun agotado, me levanté y contemplé el Río de la Adversidad, que avanzaba impasible y apático. Mi primer pensamiento fue seguir su curso desde la orilla, para así no ser arrastrado también. Comencé a caminar pues siguiendo a la rugiente corriente del asesino de la única persona, aparte de Ella, con la que hubiera compartido mi camino.

No...


El Río no me iba a vencer a mí.


Sin haber descansado y con un grito desgarrador, me lance al Río y por tercera vez sentí su furia en mi cuerpo. El esfuerzo de nuevo fue enorme con cada golpe, muy superior incluso a los dos intentos anteriores. Pero era lo que el Chico decía, no me iba a dejar arrastrar por la Adversidad.


“Tal vez algún día caeré” pensé, “¡PERO NO SERÁ HOY!”

Al borde del desmayo logré alcanzar la orilla y gatear fuera de la influencia de la corriente.
Cuando volví a abrir los ojos estaba completamente seco. Cuánto tiempo permanecí inconsciente es algo que nunca sabré. Me incorporé, me puse en pie y, por última vez, observé el Río.
Sin dejar de sentir un profundo pesar en lo más hondo de mi corazón, comprendí el legado que el Chico había dejado en mí:

Jamás volvería a temer mi camino.

10 comentarios:

Tréveron dijo...

bueno, confirmo los rumores (no hay, verdad...? =( ) tengo intencion de acabar esto con una (minimo) tercera parte,si asi gustais :) en fins, espero que hayais disfrutado

Nixarim dijo...

O__________O

joder... los pelos como escarpias... te detesto realmente...

(ya puedes ir preparando la ultima parte o TE MATARE!!!)

...

(por cierto, me encanta la idea de los Rio de la Adversidad y demás parajes... queda genial)

Tréveron dijo...

gracioncias!!

Anónimo dijo...

sin duda...mu chulo...me ha gustado más que el anterior...

aunk kizas a ti te gustara mas el otro...raro verdad? xDDD

SIGUE ASI FIERA ^^

Anónimo dijo...

waaaaaaaaaaaaaaaa...


O_______o


genial...

Tréveron dijo...

MENTÍS!! TODOS MENTIS!! OS MATARE A TODOS!!! ESTAIS MUERTOS!!!
RRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRGH!!!


...


...


...

graciitas =')

Anónimo dijo...

nos pilló...MIERDA

Tréveron dijo...

hez...

Anónimo dijo...

Guau...

Acabo de tragarme toda la historia de golpe... Qué subidón con esta última parte, con ese sentimiento del protagonista de estar por encima de sus miedos... Qué envidia v_vU

Escribes muy bien, Tréveron. A ver esa tercera parte ^^

Anónimo dijo...

Cariño las palabras se me quedan cortas para decirte lo bueno que es, enserio,.... genial. Estoy deseando leer el desenlace final de tu historia.

Me encanta como plasmas los sentimientos en cada uno de los parajes por los que el protagonista pasa,...y como poco a poco va afrontando su camino, sin miedo.

Muchos besitossssssssssssss cielo.