A pesar del desasosiego, seguí caminando.
El puente Blanco quedó ya atrás, así como mi esperanza. Pero un hombre no puede vivir de la esperanza así que, aunque vacío y sin rumbo, había un camino frente a mí. Realmente, el que estuviera solo facilitaba la elección de mi senda a seguir puesto que, esta vez, no había alma que dependiera de mis elecciones, y yo era lo suficientemente maduro para asumir las consecuencias de mis actos.
Caminé por paisajes cambiantes: vastas praderas acolchadas por infinitas briznas de verde hierba, frondosos bosques cuyos imponentes árboles borraban tanto el cielo como el horizonte, escarpadas montañas de afiladas rocas y alturas vertiginosas, lúgubres pantanos cuyos suelos enfangados amenazaban con devorarte a cada paso...
Y no podía dejar de pensar en lo que ocurrió... Su mirada quedó grabada a fuego en mi cabeza, así como la certeza de que nuestros caminos jamás de cruzarían de nuevo. Ello me llevaba a pensar que cada paso que daba carecía de sentido, que no importaba por donde caminara, si la senda que elegí me hacía tan miserable.
Pero, sin embargo, un día, me lleve una sorpresa.
En un árido desierto, bajo un Sol de justicia, divisé a lo lejos lo que en un principio pensé que era un objeto inerte, pero que una vez me hube acercado lo suficiente descubrí, para mi sorpresa, que era alguien caminando. No supe cómo reaccionar. Los demás decidieron ya acertadamente que no debían seguirme. Sin embargo, por curiosidad, aceleré el paso y me puse a su altura.
Era un chico, mas joven que yo, un poco mas bajo de mirada inquieta y que lucía una contagiosa sonrisa en su apuesto rostro. Cuando me vio, su sonrisa se expandió por la agradable sorpresa y no tardó ni un segundo en entablar una conversación conmigo.
-¡Vaya, ya no esperaba ver a nadie por aquí! ¿Qué, cómo va tu paseo?- dijo en un tono alegre y sin dejar de sonreír
-Yo... ehm... - Admito que en un principio desconfié del desconocido
-Oh, bueno – se rascó la cabeza – supongo que no eres de los que hablan mucho. A mí también me gusta escuchar de vez en cuando.
-Discúlpame, soy muy descortés... Supongo que... no esperaba encontrar a nadie a estas alturas
-Déjame adivinar – el chico se llevó una mano al mentón y me escrutó con su mirada – sigues tu camino sólo... y eso no te acaba de hacer feliz, ¿verdad?
Debió advertir en mi expresión que había acertado
-¡Je! ¡Igual que yo! ¡Pero mírame! – ciertamente no aparentaba infelicidad alguna- Vamos, ¿qué fue lo que ocurrió?
Mirándole no pude evitar sonreír, así que proseguimos el camino juntos mientras le conté cómo mis compañeros eligieron el camino que Ella decidió correcto y yo partí por otro distinto, cómo el Abismo de la Incertidumbre nos interrumpió el paso. Le hablé del Puente Blanco y de cómo creí ser capaz de andar sobre el Abismo.
-Ah, los sueños... Si te dejas perder en ellos no harás más que caminar en círculos encerrado en la prisión de tus deseos más profundos. – Su extraño consejo me divirtió. Parecía, por otra parte, saber de lo que estaba hablando. – Yo tenía una compañera junto a la cual llevaba caminando desde que tengo uso de razón. Nuestros caminos también se separaron, pero ambos estábamos felices de que el otro hubiera sido capaz de tomar una decisión tan importante. Así que nos deseamos suerte y partimos. Y, bueno, ¡aquí me tienes!
-Un momento – repuse yo - ¿Tan sólo caminabas con ella y os separasteis?
-Sip. Uno camina con quien decide hacerlo. No solo escoges tu senda a lo largo de tu vida, sino también quién decides que camine contigo. ¡Mírate! Tomaste la elección de caminar solo, a pesar de todo lo que perdiste, y, sin embargo, estás aquí, conmigo, escuchando lo poco que tengo que decir.
No pude responder. Era cierto.
-Mira - comenzó de nuevo – Los que decidimos caminar solos quizás seamos los más valientes, aunque también se nos considere los más insensatos. Hemos tomado la decisión más difícil de todas aún con lo que ello conlleva. ¡Por eso estoy contento!
De nuevo no tuve más remedio que guardar silencio, lo que acababa de decirme me había calado más hondo de lo que ninguno de los dos hubiera esperado.
-Entonces, ¿por qué este desasosiego? – dije yo, ávido de respuestas- ¿Qué nos diferencia a ti y a mí?
-¿Hm? ¿Y tú por qué te empeñas en buscar diferencias?
No grave will hold me...
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7 comentarios:
a ver, bueno, un comentario (literalmente, esto es un comentario......adoro mi agudeza)
este es el principio de la segunda parte de mi relato "Follow the Leader"
lo que pasa es que me quedo un poco largo de mas, as que, para uqe no sea un gran torro sin dibujito (que se que a tobal no le gustan) lo he dividido en dos partes mas pequeñas y digeribles sin dibujo, intentando que ambas expliquen algo
en fin, comentad y dentro de unos dias publico la parte B
x)
Muy chulo, pequeño. Creo que escrbes muy bien, ya me gustó mucho la primera parte y creo que te puede quedar un relato estupendo.
Ánimo y por mi no te cortes en que sean largos ^^
PD. Tienes qeu corregir el "lúgubres pantanos cuyos suelos cuyos enfangados amenazaban con devorarte a cada paso..."
gracias!!!
x)
Mmmm vale mis comentarios siempre son asosmbrosos asik no te exes las manos a la cabeza...
este texto no me dice nada pero a su vez me da a pensar muchas otras cosas...ke kiero decir con esto...
KE NECESITO MAS ^^
espero la 3ª parte...
eey, esta parte me ha gustado más incluso que la primera! :D
mola el giro que ha tomado la historia... pensaba que solo era un relato corto pero ya se ve que hay más ^_^
espero la próxima entrega! :D
PD: TE ODIO!!
Ey!!! Me alegra ver que esto continúa, y que por lo visto tienes escondidas por ahí más partes.
Sinceramente, como ya te dije en otra ocasión, me encanta como escribes y estoy deseando que pongas la continuación de este relato,...pues me tiene intrigada.
Muchos besos cielo. ;)
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