No grave will hold me...

No grave will hold me...
Os estoy vigilando...

jueves, 11 de marzo de 2010

Beyond Z Survival (3/3)

“¡Seré gilipollas!”, pensé. No había vuelto a cerrar la puerta de mi casa cuando acabé con el muerto antes de cenar.

Me quedé quieto para escuchar atentamente, tan tenso que ni siquiera pensé en quitar la música para oír mejor. Lo que pude identificar fue un golpe en la pared del pasillo. Entonces escuché lo que sólo podían ser un par de pies arrastrándose lentamente.

Otro Allanamiento. Tres en un día. Perra suerte…

Intentando hacer el menor ruido cogí el hacha. La casa fuera de mi cuarto estaba totalmente a oscuras, así que no quise arriesgarme a salir. No había oído ningún ruido de forcejeo por lo que lo que quiera que fuese que estaba en el pasillo no se había encontrado con mi madre, cuya habitación estaba más cerca de la entrada que la mía.

Un paso más.

Los pasos seguían acercándose con una parsimonia que me estaba desquiciando. Me alejé un par de pasos de la puerta entornada de mi habitación y esperé, con el hacha alzada, a que se acercara. Los segundos se me hicieron eternos. La idea de abrir la puerta y encontrarme con un zombie rodeado de oscuridad me helaba la espalda de sudor frío.

Otro paso más.

La atmósfera de mi habitación me estaba asfixiando, como si una mano invisible me atenazara la garganta. Golpeé con el mango del hacha en la pared para hacer ruido y atraer a la criatura hacia mí. Las piernas me temblaban.

El último paso.

Como si el mundo se ralentizara, tuve una consciencia casi sobrenatural de lo que me rodeaba. El zombie se hallaba ante la puerta de mi cuarto y se habia detenido, atraído por la ténue luz de la lámpara o el ruido. Prayer seguía sonando.

En un impulso, abrí la puerta como una exhalación.

Mi madre me observaba desde el otro lado. Con unos ojos que horas antes habían tenido un color azul precioso.

El corazón pareció pesarme como plomo dentro del pecho. De tan furioso que estaba tras el Allanamiento ni siquiera le había preguntado si le habían mordido. Ahora, una venda mal colocada y empapada de sangre coagulada colgaba de su brazo izquierdo.

Ella permaneció inmóvil bajo el dintel de mi puerta, con los hombros caídos y echados para delante mientras una gota de baba sanguinolenta colgaba de la comisura de sus labios. Yo también estaba inmóvil. Tanto fue así que ni siquiera noté que una lágrima caía por mi mejilla.

Era como si mi cerebro se hubiera congelado. Mis brazos se dejaron caer. El hacha me colgaba de la muñeca por el cordel que le até. Mi boca estaba abierta y balbuceaba cosas que ni yo mismo recuerdo. El silencio que nos rodeaba era tan espeso como la melaza.

Entonces, mi madre dio un paso.

Estaba completamente fuera de mí. En un segundo mi sangre pasó de ser escarcha a lava hirviendo. Me abalancé sobre ella, hacha en ristre, y fui a por su cabeza sin que mi ira dejara paso a un atisbo de duda. La canción Prayer estaba a punto de terminar.

Turn to me, return to me, return to me, you've made me turn away

- ¡JODER, MAMÁ! – el primer hachazo fue directo a la frente; su cráneo se astilló.

Living just isn’t hard enough

>> ¡MIERDA! – un segundo hachazo, éste a la coronilla.

Burn me alive inside

>> ¡COÑO! – otro más, mi madre cayó al suelo.

Living my life’s not hard enough

>> ¡JODER! – otro más; ya no los contaba.

They take everything from you

>> ¡¡MIERDA!!

El último hachazo se lo di al aire. El cordel de mi muñeca se rompió y el hacha voló por los aires hasta el otro extremo del pasillo mientras todo el peso de la situación cayó sobre mí como los escombros de un edificio en ruinas. El cadáver dos veces muerto de mi madre tenía la cabeza partida en dos. Sus hermosísimos ojos, ahora lechosos y sin vida, colgaban ligeramente de sus cuencas, debido a la fuerza de los golpes.

Me aparté de mi madre, pero mis piernas no me dejaron seguir más allá de un paso y me arrodillé junto a ella, deshaciéndome en llantos. No me dijo nada, quiso mantener lo sucedido en secreto hasta el final porque no quería que yo pasara por lo mismo que mi hermana. La… idiota de mi madre no pensó en que, tarde o temprano, éste iba a ser el final.

No sé cuánto tiempo pasé llorando junto a su cuerpo, cuando el desasosiego se fue disipando. Ya solamente albergaba odio.

Con la vista casi nublada fui a donde se había caído mi hacha y, sin arreglar el cordel, la cogí de tal manera que estaba seguro que no se me caería jamás.

Salí de mi casa. En el primer piso, al fondo de las escaleras, un zombie deambulaba sin saber cómo subir. Pero yo sí sabía cómo bajar. Agarrándome de la barandilla, apoyé todo mi peso y le propiné una patada en la cabeza con mis dos piernas. El cadáver chocó contra la pared opuesta y trastabilló, cayendo al suelo. Me dejé caer sobre su cuello que, débil y quebradizo, se separó de su cuerpo.

Aquel no iba a ser el último zombie caído aquella noche.

Me dediqué a lanzarme contra todo muerto viviente que veía. No usé la 9mm ni una sola vez. Un frío disparo no era suficiente para saciarme. Necesitaba sentir los crujidos de sus huesos, las salpicaduras de sus fluidos fríos y muertos. Necesitaba oír sus últimos suspiros y saber que habían muerto por mis manos una vez más.

Uno tras otro, hombres, mujeres y niños, fueron sucumbiendo a la fuerza de una humilde hacha de mano de podador. Los músculos me ardían, mis pulmones buscaban desesperadamente el aire suficiente para mantenerme vivo. Completamente enajenado y cubierto de sangre y restos de vísceras continué mi matanza, mi vendetta personal contra un mundo que yo no había elegido. Pero el mundo siguió jugando conmigo.

Fue el momento en el que me detuve. En el que pensé “a la mierda…”. Había estado matando muertos por toda la Ciudad y llegué al extremo diametralmente opuesto de la zona donde yo vivía. De lejos vi a mi siguiente objetivo, una mujer que, de pie, me miraba como si me desafiara. Corrí hacia ella esperando a estar lo suficientemente cerca para saltar sobre su cabeza con el hacha. Pero tuve que detenerme en seco.

Era el cadáver animado de Martha mi hermana desaparecida.

Ella me vio, y comenzó a renquear lentamente hacia mí. Exhausto, dejé caer el hacha, que con un ruidoso estruendo metálico marcó el final de mis ansias y de mi esperanza.

- A la mierda…

Me di la vuelta y deambulé sin rumbo, como uno de ellos, hasta que me dejé caer en un banco de un parque cercano. Con la letra de Prayer, de Disturbed aun en la cabeza, me quedé dormido allí mismo, presa de la extenuación, pensando que si algún muerto viviente me encontraba y me devoraba, que así fuera.

No ocurrió nada, como si el mundo siguiera riéndose de mí.

A la mañana siguiente, con un cielo encapotado como cabía esperar, fui a ver a Al. Con los ojos húmedos después de oír mi historia me dejó acompañarle a recoger las provisiones del ejército. Una vez en el punto de recogida, cuando pasaba el avión de suministros, Al encendió una brillante bengala roja, señal acordada que significa que hay un voluntario para unirse a las filas militares.

Ahora mismo me encuentro en un avión del ejército, rodeado de soldados de edades no muy lejanas a la mía, todos con la misma expresión que debo tener yo.Escribo estas palabras en un puñado de papeles arrugados que no sé si alguien leerá, con un bolígrafo que amenaza con gastarse. Resulta una metáfora curiosa.

Nos dirigimos a la Capital, grueso de la batalla debido a la gran cantidad de habitantes que solía haber allí. Sigo pensando en la letra de Prayer.

Tal vez, quien quiera que pueda leer esto pueda pensar que estoy loco. Debe de ser así. Hay que estar loco para sobrevivir en un mundo de locos. Loco para enseñar a niños de seis años a usar armas de fuego. Loco para guardar el cadáver de tu mujer en una jaula. Para atacar sin miramientos a lo que horas antes fue tu madre.

A veces, cuando alguien escucha una canción, lee un libro o ve una película, hay una frase o algún sentimiento que parece que esté hablando exclusivamente de ti, como me ocurrió a mí con Prayer. En esos momentos te sientes comprendido, sabiendo que no eres el único que alguna vez ha dicho o pensado o sentido lo mismo. Cuando eso ocurre, por lo menos en mi caso, siento que se crea una especie de conexión entre los autores y yo.

Escribo esto como un llamamiento a la esperanza en un mundo abocado al fracaso. Mientras siga habiendo ese tipo de vínculos entre los hombres y mujeres del mundo, puede que aun no sea nuestro final.



En fin, terminada queda. Espero que os haya gustado, porque a mí me encantó escribirla.

¡Cuídenseme!

12 comentarios:

hellsamu dijo...

ya sabes que me encantó... es más me es mas facil leermelos en papel que por blog, pero haré un esfuerzo con los proximos por si se parecen en algo a este (no me refiero a la tematica zombie, sino a lo bien escrito)

El Jose dijo...

Ya lo creo, te encantó y se nota. Es lo mejorcito que te he leído. No me gustan demasiado las aventuras de zombis (o zombies), pero ahora mismo recuerdo que me lo pasé en su día de puta madre con un juego de estos gratuítos en flash que iba exactamente de lo mismo... y leer esto ha sido como ir un paso más allá y sentirme como si ese juego se viviese en 3D dentro de mi cabeza.

¡Sigue así!

Unknown dijo...

Tío...sublime. Que genial...No añado nada más por si no consigo expresar lo muchísimo que me ha gustado. Enhorabuena.

Anónimo dijo...

=_________D
Me ha emocionado. En serio.
Tio, eso si que es escribir bien, y no los intentos de escrito que hago yo XD
ains... (confirmacion: enedl. me suena como a elfico, no se...)

Miguro dijo...

Jos, qué jodidamente triste, eso de que se tenga que cargae a los restos descompuestos de lo que queda de tu familia :_(

Salu2

P.D: Oye, si la Meyer esa si ¿Por qué tú no?

EriZ dijo...

(APLAUSOS)
sin palabras :D

Elfangor dijo...

Uuuuuuuuh... cerebrooooo... dueleeee...

Ale, ya he comentado, ¿contento? xDDDD

Venga, es coña. Que me ha gustado mucho, en serio. Y no sólo porque sea de zombies, que conste. A ver si me leo todo lo que tienes en el blog un día de estos.

Valeria E. dijo...

-
Me encanto porque fue crudo y tan sentimentalista al mismo tiempo.

Sentimentalista en el sentido menos sentimentalista, si es que eso tiene sentido.

Te ha quedado una chulada.
Nos diste en la cara con un enorme "Touché" en la boca,
bien por ti!

Cloud Strife dijo...

Vale, este ha sido el mejor, y no porque los otros fueran malos, ni mucho menos. Ha sido brutal.

Koge dijo...

Muy bueno, Trev =3

Belsan dijo...

Espectacular. Me encanta la manera tan limpia que tienes de explicar las cosas, sin darle muchas vueltas a los adjetivos y sin embargo dándole mucha belleza al texto. Te felicito.

Aunque se me ha ocurrido que molaría que el relato se llamara "Prayer", por la canción y por el simbolismo del texto escrito por el joven como un atisbo de esperanza.

Jardius dijo...

Me encanta, creo que es de lo mejor que has escrito. Te has superado, es genial!